Sir Neville Marriner: La música es más apasionante ahora

Concha Barrigós.

Madrid, 5 may.- Entre 1950 y 1990, sir Neville Marriner grababa, "como mínimo", un disco al mes y él y sus colegas eran casi "divos", pero la música clásica, sostiene a sus 90 años, es "más apasionante ahora", con un punto "peligroso" que él sigue apreciando desde el podio en conciertos como el que dirigirá en Madrid.

Marriner (Lincoln, Inglaterra, 1924) ofrecerá esta noche en el Auditorio Nacional el primero de los ocho conciertos de la gira alemana de la Orquestra de Cadaqués, de la que es principal director invitado desde hace 23 años.

Celebrará así sus 90 años, que cumplió el 15 de abril, los 25 de fundación de la Cadaqués y un encuentro "afortunadísimo" con el pianista ruso Daniil Trifonov (1991), que le había recomendado su amigo Alfonso Aijón, el dueño de Ibermúsica, y al que escuchó interpretando a Chopin, cuyo concierto número 2 tocará esta noche.

El director, fundador de la Academy of Saint Martin in the Fields, ha explicado, junto a Trifanov y el director artístico de la Cadaqués, Llorenç Caballero, cómo ve la música y su futuro, en medio de constantes bromas.

"Estoy un poco 'alarmado', porque Daniil tiene 23 años, y hay violinistas muy buenas de la misma edad... El mundo musical es más apasionante ahora. He tocado con grandes personalidades como Claudio Arrau (1903-1991)... pero aunque ahora sea más peligroso, es más interesante. Eso me hace estar activo y no en un geriátrico", ha asegurado.

Lo "peligroso", precisa, es que en la actualidad hay más "pasión", más creatividad en cada solista y orquesta, lo que a él, que proviene de una escuela tan "sólida, solemne y sobria" como la inglesa, le hace estar "muy, muy pendiente" de todo lo que sucede en el foso.

Vestido con chaqueta y un jersey blanco sin cuello, con su camisa "de los ensayos" en la mano, una prenda de rayas de colores que le hizo hace 20 años su mujer, Marriner ha presumido de salud, energía, curiosidad, proyectos y humor.

"Me gustaría decir que -la música- es algo tan excitante para mí como el alcohol o las mujeres, pero no es el caso. Solo puedo decir que escogí muy cuidadosamente a mis padres", se ha reído.

Sostiene que toda su vida ha visto la música clásica "en crisis", que esa es una "característica intrínseca" y que no le gusta hablar de eso sino de los jóvenes artistas: "nunca hay drama en ellos, siempre aportan algo fresco, algo distinto".

Además, ha revelado, él y sus coetáneos han gozado siempre de la "excepcional protección económica" de Aijón, uno de sus más antiguos amigos, presente en la sala.

"Él ha sido el que nos ha protegido de la crisis económica. Junto con Hans-Ulrich Schmid (1926-2012), ha sido la persona que más influencia ha tenido para todos nosotros. Aijón es conocido desde Tombuctú a Australia o América. Ha entendido siempre el extraordinario poder de la música clásica y ha compartido una forma de entenderla que no tiene sucesor por el momento", ha alabado.

Se reconoce como alguien "muy afortunado", porque cuando él empezaba la industria del disco era muy pujante, grababa cada mes y en un año podía registrar hasta 70 discos.

"El repertorio que toqué fue extraordinario, porque las compañías querían todo Shumann, todo Shubert, todo Tchaicovsky,... Esa oportunidad no está ahora a disposición de los jóvenes porque la industria está muy tocada y es muy distinta a lo que sucedió entre 1950 y 1990", ha lamentado.

Está "muy contento" de su colaboración con la Orchestra de Cadaqués y recuerda que cuando empezó con ellos "solo el 20% eran españoles, y ahora lo son el 99%".

"Ha cambiado su carácter, ha crecido y es un ejemplo bastante importante de lo que ha pasado con la música en este país", ha destacado Marriner, para quien la Cadaqués tiene "un punto de peligro incontrolado, de fuego incontrolado""muy latino" que es, precisamente, lo que más le gusta de ellos.

Aprecia "mucho" la forma de interpretar de Trifonov, que se ha confesado "muy honrado" por tocar por primera vez con una orquesta española, porque, argumenta Marriner, "es compositor además y eso aporta imaginación, un toque diferente cada vez, algo sutilmente peligroso para la orquesta y el director".

Caballero ha apostillado que cuando conocieron a Marriner tenía 67 años y pensaron "qué pena, es un poco tarde" y el año pasado hicieron tres giras con él y este dirigirá la que comienza hoy en Madrid y sigue por Berlín, Ljubljana (Eslovenia), Rosenheim, Hannover, Düsseldorf, Colonia y Frankfurt.

"Siempre nos han gustado los directores de larga duración", ha bromeado también él.

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