Sophie Turner, de 'Juego de Tronos', en la calle con pantuflas Vuitton de 1.500€

Los fans de 'Juego de Tronos' asisten este año a la última entrega de la famosa serie de HBO, la cual lleva ocho años en antena con un éxito mundial, el cual ha convertido a sus actores en super estrellas. Es el caso de Sophie Turner, la cual prácticamente ha crecido en la serie, pues con solo 13 años pasó el casting para interpretar a Sansa Stark.

Desde entonces, la actriz inglesa ha pasado a convertirse en uno de los rostros más famosos del mundo de la ficción, siendo además un icono de su generación. Por ello, ahora a sus 23 años es una de las mujeres más seguidas del mundo, sobre todo a raíz de su compromiso con el cantante Joe Jonas, con el que contraerá matrimonio este año. Además, su espectacular físico ha llamado la atención de numerosas marcas. Como la todopoderosa Louis Vuitton.

Sophie lleva alrededor de un año como embajadora de la firma francesa y es imagen de algunas de sus campañas, además de amiga de su director creativo, el gran Nicolas Ghesquiere. Por ello, es habitual que vista de la enseña en sus paseos por las alfombras rojas y eventos más importantes. Aunque la buena relación que tiene con Vuitton hace que luzca también sus prendas en su día a día e incluso en su casa.

Y como la tendencia actual anima a 'salir en pijama' a la calle con conjuntos que valen tanto para la intimidad como para el exterior, la actriz ni se lo ha pensó en su última aparición pública. Porque en lugar de calzarse unos zapatos optó por llevar directamente unas pantuflas, las típicas zapatillas de andar por casa, pero eso sí, firmadas por Louis Vuitton. 

La joven fue pillada por los 'paparazzis' al salir de su hotel en Nueva York con unas zapatillas del hogar de la marca francesa que tienen un coste de 1.450 euros. Un caro capricho para andar por casa que la actriz puede permitirse de sobra, pues cobra alrededor de un millón por capítulo de 'Juego de Tronos'. Se trata de unas zapatillas de pelo de visón con las iniciales de la firma en rosa que tienen una funda protectora de terciopelo. Sin dada, un calzado muy calentito para que no se queden los pies fríos. Ni en la calle.