'Street scene', la obra fronteriza entre la ópera y el musical de Kurt Weill

  • Ambientada en un vecindario multiétnico del Nueva York de los años 30, la paleta musical va del jazz al blues y del swing al verismo de Puccini.
Street Scene", de Kurt Weil,
Street Scene", de Kurt Weil,
EFE
Street Scene", de Kurt Weil,

Crítica social y fusión musical van de la mano en 'Street scene', la gran ópera estadounidense, también llamada ópera de Broadway, del compositor alemán Kurt Weill, con John Fulljames como director de escena y Tim Murray en la dirección musical. Desde esta semana se puede ver en el Teatro Real. 

"Kurt Weill inventó un nuevo género", asegura Fulljames al describir esta pieza, a medio camino entre la ópera y el musical y ambientada en un vecindario multiétnico del Nueva York de los años 30, donde la marginación, el racismo y las escasas perspectivas de futuro forman parte de la rutina.

Basada en un texto teatral del dramaturgo americano Elmer Rice, estrenado en 1929 y galardonado con el Pulitzer, 'Street Scene' fascinó a un Weill que acababa de llegar a EE.UU. huyendo de la persecución nazi. Tras una resistencia inicial, logró que el propio Rice se implicara en el libreto.

La soprano Patricia Racette y el barítono Paulo Szot en Street Scene
La soprano Patricia Racette y el barítono Paulo Szot, en Street Scene / EFE

Para Fulljames, que acaba de dirigir en la Royal Opera House de Londres 'Ascenso y caída de la ciudad de Mahagonny', de la etapa alemana de Weill, 'Street scene' supone un doble reto: por un lado, por la cantidad de actores en escena, 25 personajes diferentes. "En comparación, 'Aída' es una ópera de cámara con coro", ha señalado. Por otro lado ha subrayado la dificultad de conjugar el realismo y el lirismo que desprende la obra, pensada para "grandes teatros".

En cuanto a la paleta musical, va del jazz al "blues" y del "swing" al verismo de Puccini. "Weill lo consideró su obra maestra y refleja en ella toda su experiencia anterior", ha apuntado Tim Murray, para quien nada desentona porque por debajo está "el esqueleto de Weill".

Barítono Paulo Szo en Street Scene
Barítono Paulo Szo en Street Scene / EFE

Murray ha recordado que el alemán ya había utilizado armonías de jazz anteriormente, pero lo hacía desde la ironía. "Aquí no, esto es una especie de liberación. Hay una libertad total en la partitura, sin asomo de parodia o de ironía", ha dicho.

Frente al plano general en el que transcurre 'Street scene', ese edificio de viviendas precario, que es caldo de cultivo para lo peor de la naturaleza humana, chismorreos, mezquindad, peleas, la obra acerca al espectador en un efecto "zoom" a una historia concreta, la del matrimonio Maurrant.

La pareja acarrea su propio drama de soledad, incomunicación, celos y maltrato, una historia que se presenta como consecuencia, casi inevitable, de las contradicciones del entorno, tal y como ha subrayado el director artístico del Real, Joan Matabosch.

Street Scene
 

En el papel del matrimonio, la soprano estadounidense Patricia Racette, que debuta en el Real, y el barítono brasileño Paulo Szot.

Además de diva de la ópera -ha cantado en la Metropolitan Opera de Nueva York, la Royal Opera House de Londres o el Liceu de Barcelona-, Racette lleva una "carrera paralela" en el mundo del cabaret y como cabaretera volverá al Real en el mes de julio.

"El cabaret me aporta cosas a la hora de abordar la ópera, porque creo que cantar en la lengua nativa es importante y por la inmediatez e intimidad que tiene el cabaret", ha dicho, a la vez que ha dejado claro que las cualidades vocales que emplea en uno y otro estilo son "completamente diferentes".

Fue el propio Weill quien quiso que 'Street Scene' se estrenara en Broadway, pero que fuera una ópera. A la hora de la verdad, cuando lo hizo en 1947, la pieza causó un enorme desconcierto, ya que por su complejidad era imposible para el sistema de producción del teatro musical, pero como ópera era absolutamente atípica.

Mostrar comentarios