Susana Corcuera lleva a España las esencias de México y Rulfo con sus cuentos

  • Dicen que Jalisco condensa la esencia de México y que en algunas de sus zonas rurales se habla uno de los españoles más ricos. Allí nació Juan Rulfo y de allí proviene quien aseguran que atesora su perfume literario, Susana Corcuera, que acaba de publicar en España "A Machetazos" (Ediciones Irreverentes).

Pilar Salas

Madrid, 8 abr.- Dicen que Jalisco condensa la esencia de México y que en algunas de sus zonas rurales se habla uno de los españoles más ricos. Allí nació Juan Rulfo y de allí proviene quien aseguran que atesora su perfume literario, Susana Corcuera, que acaba de publicar en España "A Machetazos" (Ediciones Irreverentes).

En este conjunto de cuentos breves dedicados a la tierra y a la locura conviven las leyendas y los miedos comunales con los que pueblan la mente individual, el paisaje jalisciense de tierras áridas y también de jacarandas, rezumando rulfismo.

Como los habitantes de esta zona -Estipac, próximo al Sayula de Rulfo-, sus personajes hablan con "un lenguaje poético, porque es algo que la gente de ese área lleva en la sangre", explica a Efe la autora, que ganó con esta obra el VI Premio Internacional Vivendia de Relato.

Reconoce que le halaga que la comparen con el escritor de "Pedro Páramo" y justifica esa similitud en que ambos tienen sus raíces en un territorio "donde sorprende el estilo propio del lenguaje, poético, lleno de metáforas y cercano a la tierra, porque seguramente el dramatismo de los paisajes ha jugado un papel fundamental en la forma de expresarse de su gente".

Resulta curioso que Susana Corcuera leyese a Rulfo "a los 13 o 14 años" y no volviese a sus páginas hasta que la crítica literaria estableció las comparaciones.

Las semejanzas son más apreciables en los relatos dedicados al terruño, con crímenes, niños enterrados a pie de presa para evitar devastadoras inundaciones, cerros capaces de enloquecer a quienes los recorren o ataques de hipo que se prolongan más allá de la muerte.

Sin abandonar el costumbrismo tapatío, plasmando "la atmósfera y las sensaciones que puede crear el lenguaje", Corcuera trabajó "mucho" para conseguir cuentos "universales" con un lenguaje "comprensible para cualquier lector de habla hispana".

Desde una mirada más universal, sobre la locura discurren historias de incesto, traición, alzheimer o suicidio.

"Siempre me ha llamado la atención la línea que separa la cordura de la locura. Traté de imaginar lo que sucede en la mente de quienes viven en mundos alejados de lo que se considera normal. No siempre son mundos trágicos, pero dejan un resabio amargo, quizá porque suelen estar inmersos en una gran soledad", explica al respecto.

La obra le valió el pasado Premio Internacional Vivendia de Relato, lo que le ha permitido publicar por primera vez en España. El jurado elogió "su extraordinaria calidad literaria, el uso exquisito del español de América" y destacó "el fuerte rulfianismo que rezuman algunas de sus páginas".

Sin embargo, Corcuera pertenece a una generación de autores que ha sabido "distanciarse, en el sentido positivo" de los grandes escritores del "boom" latinoamericano: "Aunque se les admire, ahora nadie pretendería escribir o ser como ellos. La nueva literatura Latinoamericana es maravillosamente libre y tiene una gran variedad de propuestas".

Finalista del Premio Azorín Planeta 2005 con "Llegó oscura la mañana" y del IV Premio Iberoamericano de novela Casa de las Américas con "La memoria de las manos", la escritora mexicana publicará a mediados de año en su país "La memoria de las manos".

Se trata de un libro "distinto" a lo que ha creado hasta ahora, "alejado de México y de su visión del mundo".

"Tardé mucho en escribirlo y después de acabarlo pasé por una racha de falta de ideas", dice, lo que le llevó a retomar una novela que había abandonado para no "oxidarse" y en la que ahora trabaja "a fondo" porque "de pronto empezó a funcionar".

Mostrar comentarios