Tailandia acoge su mayor exhibición de arte moderno a través de 300 artistas

  • Canela Bangkok, 6 oct.- Tailandia recorre siete décadas de su arte moderno con una exposición inédita que acoge las obras de más de 300 artistas, desde el pionero italo-tailandés Silpa Bhirasri a los internacionales Montien Boonma o Apichatpong Weerasethakul.

Gaspar Ruiz-Canela

Bangkok, 6 oct.- Tailandia recorre siete décadas de su arte moderno con una exposición inédita que acoge las obras de más de 300 artistas, desde el pionero italo-tailandés Silpa Bhirasri a los internacionales Montien Boonma o Apichatpong Weerasethakul.

La exhibición en el Centro de Cultura y Arte de Bangkok (BACC), abierta hasta el próximo 4 de noviembre, trata de paliar la ausencia de un museo de arte permanente en Tailandia, explica a Efe el comisario Apinan Poshyananda.

"Nosotros no tenemos El Prado o el MACBA de Barcelona. Esta exhibición, que ocupa tres plantas del BACC, es una buena oportunidad para estudiar el arte que se ha generado en Tailandia desde los años 30", manifiesta Apinan, crítico de arte.

La muestra arranca con una escultura y un vídeo de Corrado Feroci (1892-1962), quien cambió el nombre a Silpa Bhirasri tras adoptar la nacionalidad tailandesa durante la II Guerra Mundial y considerado el padre del arte moderno en Tailandia.

"El arte de Silpa refleja el fuerte nacionalismo de Tailandia en aquella época, cercana a los movimientos nacionalistas de Alemania e Italia", relata el comisario.

Del cincel y el martillo del italo-tailandés surgieron los relieves del Monumento a la Democracia, así como la venerada escultura del rey Rama VI en Lumpini, y fundó la escuela que devendría la Universidad de Silpakorn, todos ellos en la capital.

La exhibición, titulada "Tendencias: desde el localismo al internacionalismo", está dividida por temas que abarcan la identidad tailandesa, los movimientos sociales, las vanguardias, la marginalidad y explotación sexual o el arte experimental.

"Muchos artistas tailandeses no aprendieron las vanguardias en Europa sino a través de Japón y desde el principio mezclaron formas y temas de Oriente y Occidente", señala Apinan.

Este puente entre ambos mundos se refleja por ejemplo en la escultura "Musical Rhythm" (1940), de Khiem Yimsiri, con influjo de los budas de Sukhothai, el antiguo reino tailandés, o el lienzo "Festival" (1988), de Prasong Luemuang, que retrata el folclore tailandés con una mirada detallista similar a la del español Joan Miró.

El malogrado artista tailandés Montien Boonma (1953-2000), aclamado en festivales como la Bienal de Venecia, exhibe una escultura realizada en los años 90, cuando su esposa enfermó de cáncer.

"Calmar el cuerpo y la mente a través de la respiración consciente es fundamental en la medicina tradicional", dijo en su día el artista a propósito de "Nature's Breath" (1995), trabajada con metal, terracota y hierbas.

El arte de Mairom Thamachati-asoka, de 72 años, es telúrico, atado a los elementos de la naturaleza, principalmente el fuego y la tierra, y con un trasfondo ético ecologista.

Una de sus obras expuestas en el BACC representa "al dios del bosque, herido por los hombres, está gritando de dolor", indica el artista mientras señala la escultura de madera que representa un árbol antropomorfo atravesado por varias flechas.

"También hice una versión femenina, una mujer que es cubierta de joyas pero a la vez es despreciada y violada", afirma Mairom, quien vivió durante 10 años en una solitaria cabaña en el bosque en el sur de Tailandia y actualmente estudia budismo en un templo en Bangkok.

La muestra ofrece espacio a los artistas contemporáneos que abordan temas sociales y políticos como el medio ambiente, la prostitución, el abuso del poder o la violencia contra las mujeres.

"Ashes" (2012), de Apichatpong Weerasethakul, galardonado en el Festival de Cine de Cannes, es una pieza de vídeoarte sobre los conflictos sociales que han aquejado en los últimos años a Tailandia, filmada con una cámara experimental LomoKino.

También se exponen obras de artistas expatriados como el japonés Niro Yogota, el suizo Theo Meier o el indonesio Raden Basoeki.

En los próximos tres años, las autoridades confían en finalizar el nuevo museo de arte para acoger de forma permanente algunas de las obras expuestas en esta exhibición, previo permiso de los coleccionistas, y otras piezas. EFE

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