Tamara Falcó y su reinvención como estrella mediática gracias a MasterChef

  • La hija de Isabel Preysler y el marqués de Griñón se ha ganado el cariño de la audiencia en el programa de cocina.
Tamara Falcó
Tamara Falcó
EP

MasterChef Celebrity no es solo un programa de cocina en el que los famosos se superan a ellos mismos entre los fogones. También es una especie de 'reality' que sirve para conocer más de cerca a los rostros conocidos que concursan. Ona Carbonell, Saúl Craviotto o Miguel Ángel Muñoz son tres de los que se han alzado con el premio y el cariño de la audiencia, y este año hay otro nombre que está sonando muy fuerte entre las quinielas para ganar: Tamara Falcó.

La hija de Isabel Preysler y el marqués de Griñón, Carlos Falcó, se ha convertido en la gran revelación de la edición de este año, pues a su peculiar personalidad se suman sus cualidades para la cocina y lo buena compañera que se está mostrando con el resto de compañeros. Así, se postula entre los favoritos para hacerse con el premio final. 

Tamara es habitual del las revistas del corazón desde que nació. De hecho, ella misma define salir en 'Hola' como "un trabajo", como confesó hace unos días a 'Papel', de 'El Mundo'. Si bien esta mujer de 37 años hace tiempo que vuela por libre y es una empresaria que ha sumado a sus posados para marcas y su presencia en eventos una pujante marca de moda que tiene enamoradas a las 'socialités' patrias.

TFP by Tamara Falcó es el nombre de su firma, la cual lanzó hace unos dos años y tiene un concepto muy especial. Solo lanza colecciones limitadas por temporada. Una vez se agotan, no vuelve a repetir prendas. Así, se garantiza no quedarse con 'stock' y, además, hacer que sus productos se conviertan en objetos de deseo. Igualmente, reducir la producción también ayuda al medio ambiente. Así, la primera que sacó, el pasado verano, con vestidos fluidos típicos para los veranos en sitios como Ibiza, voló, al igual que la de invierno de la pasada temporada, compuesta por blazers, pantalones y jerseys perfectos para ir a trabajar.

Un diseño muy pulido, romántico y con calidad que ha sorprendido al sector de la moda y que le ha valido su reconocimiento. Ahora prepara la de este otoño/invierno, aunque ha dejado un aperitivo. Tamara lució el mes pasado en el FesTVal de Vitoria, donde fue a presentar el programa en el que ahora participa, un impresionante vestido azul de raso y volantes con el escote en pico que pertenece a su colección, y ya se puede comprar por encargo en su web por 389 euros.

Los precios de Tamara no son asequibles para cualquiera, pues algunas prendas llegan hasta los 800 euros, si bien la calidad dista mucho de lo que podemos encontrar en una tienda 'low cost'. Ahora, prepara el lanzamiento de toda la próxima colección, que seguro que será un éxito ante su reinvención en MasterChef. Pues entre fogones, la hija de la Preysler ha pasado de ser una 'niña pija' a una mujer decidida, valiente y trabajadora. Sin perder esa frescura y esa forma de hablar tan característica que tiene. 

Empresaria, católica y amante de la cosmética

Para ella su marca es el proyecto más importante de su vida y está demostrando que no se le da nada mal el diseño. En los Premios Goya fue una de las mejor vestidas con un diseño de su firma en blanco y negro con escote en forma de corazón de palabra de honor con una capa blanca por encima con el que estaba sublime. Tamara es el mejor reclamo para su empresa y suele lucir los vestidos antes de que salgan a la venta para testar el mercado. Algo que hace la propia Marta Ortega con ropa de Zara.

Falcó gestiona su marca a través de su sociedad, Gypset Living, la cual fundó en 2009 y de la que es administradora única. Aún no ha publicado las cuentas de 2018 en el Registro Mercantil, si bien las de 2017 revelan un descenso de la facturación de 194.000 euros en 2016 a 34.000 euros al año siguiente, lo que hizo que el beneficio pasara de 22.000 euros a 2.500. Si bien se fue el año en que lanzó TFP, lo que supone una importante inversión. La sociedad cuenta con un patrimonio neto de 144.000 euros.

Además de esto, Tamara es imagen de una de las mejores marcas de cosmética del mundo, la japonesa Sisley, cuyas cremas pueden superar los 500 euros. La joven heredó de su madre la pasión por todo tipo de productos para cuidar la piel y que permanezca tersa y sin arrugas el mayor tiempo posible, por lo que es la mejor embajadora que puede tener esta histórica enseña en España.

Y, además, tiene otro proyecto nuevo en el horizonte. A raíz del programa, Tamara ha entablado una gran amistad con el diseñador Juan Avellaneda, también concursante. Según lo que ambos han dejado caer en sus redes sociales algo se viene, y apunta a una colección de ropa de los dos.

Así, ante tanto volumen de trabajo, parece que Tamara ha aparcado la idea que tuvo hace un tiempo de convertirse en monja. Según ha señalado, Dios no quiso para ella ese camino. Tiene su propio confesor espiritual, va a menudo a misa y lleva incluso un frasco con agua bendita en el bolso. Su fé, dice, le ha hecho comprenderse a sí misma y aceptarse como es. 

En el plano amoroso, sigue soltera tras su breve relación este invierno con el biólogo Iván Miranda Álvarez Pickman, al que conoció precisamente por medio de la Iglesia. Tamara asegura que no le preocupa el tema del amor y que no cree que no tener pareja sea algo que le haga menos valiosa. De hecho, asegura que eso le ha hecho quererse y valerse por sí misma. Un ejemplo de cómo la 'heredera' de Isabel Preysler es una mujer independiente y segura de sí misma que sabe triunfar al margen de su famosa madre.

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