Barcelona.- Los miembros de la plataforma Prou, contraria a las corridas de toros y los defensores de la fiesta dormirán esta noche inquietos. El futuro de los toros en Cataluña está en manos de los diputados del Parlament, que mañana decidirán si aceptan debatir una ley que ponga fin a esta tradición.
A pesar de la expectación generada -como demuestra el interés de muchos medios internacionales-, en esta sesión no se decidirá si se acaba con las corridas de toros, sino únicamente si se acepta a trámite la iniciativa legislativa popular (ILP) presentada por Prou -con un respaldo de 180.000 firmas- que reclama la prohibición de las corridas, para que continúe su tramitación en el Parlament.
Sin embargo, este primer paso tiene una gran carga simbólica ya que si se rechaza la ILP y se aprueba algunas de las tres enmiendas a la totalidad presentadas por PSC, PP o C's, ello supondría una victoria inmediata para los taurinos, pero si finalmente se permite que la iniciativa pase a comisión se abrirá la vía legislativa, que podría acabar con la prohibición total.
La abogada de Prou, Anna Mulà, subirá mañana al estrado con quince minutos por delante -sin derecho a réplica- destinados a convencer a aquellos diputados dubitativos para que voten a favor de continuar con la tramitación de la ILP.
Su objetivo será "defender los derechos del animal y no responder a las acusaciones de los taurinos", ha avanzado a Efe Alejandra García, portavoz de esta plataforma abolicionista que afirma contar con el respaldo de más de un 60 por ciento de la sociedad catalana.
Los antitaurinos recordarán a sus señorías la "contradicción" de la actual ley de protección de los animales catalana, que deja al margen a los toros de lidia, e insistirán en que "no se trata de una cuestión identitaria, ni de recorte de libertades -dice García-, como pretenden hacer creer los taurinos desviando la atención con un discurso de recorte de libertades peligroso para la democracia".
García niega que se estén conculcando los derechos de la "minoría taurina", al contrario de la opinión del portavoz de la Plataforma en Defensa de la Fiesta, Luis Corrales, que acudirá al Parlament, como espectador, acompañado de otros siete miembros de la entidad con disposición de "escuchar respetuosamente", ha explicado a Efe.
Corrales considera que la propuesta de Prou cae en contradicción al querer prohibir únicamente las corridas de toros, pero no los 'correbous', tan populares en las comarcas de Tarragona -donde CiU y ERC tienen algunos de sus feudos electorales-, aunque anuncia que respetarán la decisión de los parlamentarios sea la que sea.
La plataforma en defensa de la fiesta presentó ayer su "Manifiesto por la libertad", firmado por personalidades de la cultura, entre ellos, el escritor Pere Gimferrer, la periodista Mercedes Milà, el pintor Miquel Barceló, el actor Josep Maria Pou, o el cantante Kiko Veneno.
Ninguno de ellos ha confirmado su presencia mañana en el Parlament. Tampoco estará el torero José Tomás, que tiene en la plaza de Toros de la Monumental uno de sus cosos fetiche, como adelantó a Efe su apoderado, Salvador Boix.
En la vigilia de la sesión plenaria, los responsables de la única escuela taurina de Cataluña temen por su parte que los "chavales" que ahora entrenan dos días por semana en un campo de fútbol de L'Hospitalet de Llobregat (Barcelona) sean los primeros damnificados de esta futura prohibición, que les obligaría a "emigrar" para poder practicar el toreo.
Taurinos y contrarios han asegurado que acudirán mañana al Parlament con las espadas en alto, pero en silencio, pues ninguno de los bandos tiene programados actos reivindicativos en las puertas de la cámara, como suele ser habitual en otras ocasiones.
Dani Campos y Sergio Andreu
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