Te lo juro, estas viñetas son lo mejor de Snoopy

  • Snoopy nada tiene que ver con la imagen de icono pijo creada por su `merchandising´. Snoopy es pura filosofía, cada viñeta es una historia de fracaso. Ahora, se publica un recopilatorio con las mejores tiras cómicas con las que Schulz retrató la derrota de la clase media americana. 
David González | aviondepapel.tv
David González | aviondepapel.tv

La imagen bucólica de Snoopy recostado sobre una piedra es universal. En la viñeta, Snoopy sonríe y afirma que los perros han nacido "para dormir al sol". Poco después, se sorprende cuando ve que lo imitan su dueño, Carlitos, y el resto de sus amigos. Los niños también sestean con la cabeza sobre el bebedero del perro. 

"¡Santo cielo, creo que he fundado un nuevo movimiento!", exclama Snoopy.  

Y así fue. El mensaje universal de Charles M. Schulz hizo que Snoopy se convirtiera en la serie cómica más longeva de la historieta norteamericana, con seis décadas ininterrumpidas publicándose. 

Ahora, aquellas tiras de Peanuts, (traducidas en España como Carlitos y Snoopy) regresan. A unas semanas del aniversario del fallecimiento de su autor, Charles M. Schulz (26 de noviembre, 1922 - 12 de febrero, 2000), se edita en nuestro país, con cierto retraso, Lo mejor de Carlitos y Snoopy (Debolsillo, 2012). 

El libro compilatorio reúne las más destacadas peripecias del niño y su mascota, ordenadas cronológicamente desde los años 50 hasta finales de la década de los 90. Aparte de su interés de coleccionista, este libro tiene como virtud ser un retrato fiel de la frustración que invadió a la clase media norteamericana

Si revisamos Lo mejor de Carlitos y Snoopy, comprobamos que, en tres viñetas Schulz, nos podía explica certeramente la palabra fracaso. 

Snoopy recibe una carta de una editorial. Había enviado su manuscrito. La misiva le informa de que publicarán su libro. Sin embargo, le explican que será un único ejemplar. Si se vende el primero, imprimirán el segundo. La cara de Snoopy lo dice todo.  

Esta secuencia define lo que Schulz siempre transmitía en sus historietas. El sueño americano es un sueño a medias. Y esa incertidumbre, entre la imposibilidad y el logro, era sobre lo que dibujaba el ilustrador. 

"Querido colaborador, le devolvemos su estúpido cuento. Nos hemos mudado a otra oficina y no queremos que sepa dónde está". Otra carta de rechazo que recibe el escritor Snoopy, según leemos en otra de las viñetas. Este fracaso canino contrasta con el éxito de su creador. 

Schulz comenzó Peanuts cuando se licenció del ejército tras la Segunda Guerra Mundial. Poco después, Peanuts (Carlitos y Snoopy) se publicaría sin descanso de los 50 a los 90, hasta lograr estar presente, de manera simultánea, en más de 2.600 periódicos de todo el mundo. 

Ahora, con esta revisión de lo mejor de Carlitos y Snoopy, la inocencia ante la derrota de sus personajes queda patente, como un buen álbum de cromos inacabado que encontramos tras muchos años escondido en un baúl. 

Así, Snoopy nada tiene que ver con la imagen de icono pijo que su merchandising en camisetas, estuches o tazas invocó en ciertos países como España. Snoopy es pura filosofía, cada tira cómica es una terrible historia de fracaso. 

Por eso, tal vez, deberíamos cambiar el significado del juramento. Te lo juro, esto es lo mejor de Snoopy. Porque en cada una de estas viñetas existe un mensaje radical. 

"¿Puede ser el perro de mi vecino mi modelo de conducta?", se pregunta uno de los amigos de Carlitos, mirando de soslayo a Snoopy. 

Quizás, repita en voz alta el lector. En esa palabra –quizás- se fundamenta la obra de Schulz. Y el sueño americano.

Mostrar comentarios