María Luisa Gaspar
París, 2 mar.- El Teatro del Châtelet recibe por segunda temporada a la compañía-laboratorio L.A. Dance Project, fundada en Los Ángeles (EE.UU) por Benjamin Millepied, coreógrafo francés que el próximo 15 de octubre será el nuevo director artístico de danza en la Opera de París.
El ex bailarín estrella del New York City Ballet, esposo de la actriz israelí Natalie Portman, presentará del 5 al 9 de marzo un espectáculo integrado por cuatro coreografías, entre ellas el estreno mundial "Peripheral Stream", del japonés Hiroaki Umeda.
De su propia cosecha, Millepied trajo esta vez "Closer", una reposición para dos bailarines que estrenó en 2006 en el Joyce Theater New York City, sobre un solo para piano de Philip Glass.
El programa se completa con la "coreografía y concepto visual""Morgan's Last Chug", del israelí Emanuel Gat, para ocho bailarines; y "Murder Ballades", del estadounidense Justin Peck, ambas estrenadas el pasado septiembre en la Maison de la Danse de Lyon.
Esta ciudad del centro de Francia que Millepied, designado en enero de 2013 como sucesor de Brigitte Lefèvre en la Ópera de París, la conoce muy bien, por haber estudiado danza en su Conservatorio Superior, tras haberse iniciado en ese arte a los ocho años junto a su madre, profesora de danza contemporánea.
Para el Châtelet, el espectáculo se inserta en la "continuación" de un trabajo con Los Ángeles", tras el estreno de dos óperas en colaboración con la ópera de esa ciudad que dirige el tenor y director de orquesta español Plácido Domingo, resalta en una entrevista con Efe su director, Jean-Luc Choplin,
"Es una ciudad que me gusta mucho y una generación de valores nuevos", añade Choplin, quien desde 1989 tiene una relación especial con Los Ángeles, donde vivió durante varios años, hasta 2001, llevado por su colaboración con la Walt Disney Company.
A Millepied "le conocí como bailarín, primero, le vi en el New York City Ballet, y le descubrí como coreógrafo también, recuerda el director, quien confiesa "mucha admiración por esta generación que viene de Balanchine y Robbins, toda una escuela cuyos dos grandes representantes son él y Christopher Wheeldon".
"Benjamín me llamó hace unos años, me conocía, y me pidió si podía venir al Châtelet; estaba creando su grupo, su laboratorio, su lugar en Los Ángeles", con el que quería trabajar con compositores contemporáneos, artistas plásticos e inventar otra manera de trabajar con la danza, recuerda.
Cuando lo programó para 2013, "no sabía que Benjamin, un año después, sería nombrado; es más, pensaba que no aceptaría si se lo proponían", resalta Choplin, quien le veía "tan comprometido en una dirección que no le veía tomando otra".
"Le acogí, se toman riesgos, claro" señala Choplin, quien pensaba que "el teatro no se llenaría demasiado", pero prefería "dar responsabilidad a la creación y la danza de Benjamin".
Su trabajo actual es "de mucha mas investigación, con un pequeño grupo, un laboratorio", recalca Choplin, quien a gran escala maneja desde 2006 en el Châtelet un laboratorio artístico nada desdeñable, con géneros tan poco habituales en París como la zarzuela, la comedia musical de Broadway, la "opera mariachi" o adaptaciones líricas de películas como "La Mosca" e "Il Postino".
El que fuese administrador general de la Danza en la Ópera de París en 1984, cuando su director artístico era Rudolf Nureyev, considera el trabajo intimista de L.A. Dance Project que podrá verse esta semana en el Châtelet "equivalente a la música de cámara".
"Es una pequeña compañía", pero en la ópera de París Millepied dirigirá a más de un centenar de bailarines, "es otro oficio, otra dimensión", destaca.
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