“Al principio es horrible”

La curiosa técnica de Pablo Motos para quitarse el estrés en el confinamiento

Pablo Motos en 'El Hormiguero'. /L.I.
Pablo Motos en 'El Hormiguero'. /L.I.

Pablo Motos arrancaba este miércoles una nueva entrega de 'El Hormiguero' con otra de sus ya conocidas reflexiones sobre la crisis del coronavirus. "La verdad que estos días no te permites estar contento del todo. Te sientes culpable porque parece que no estás siendo solidario con los demás", comentaba el presentador. Según explicaba en su discurso inicial del programa, "los que están mal no querrían que estés mal. Seguramente te dirían: 'Disfruta de la vida todo lo que puedas'". Motos animaba a la audiencia a cambiar esa mala actitud, a pesar de los malos tiempos, o, al menos, "hay que intentarlo".

El presentador, concienciado con los efectos de la pandemia del Covid-19, afirmaba que "para serle útil a los demás primero tienes que estar bien tú. Nadie dice que sea fácil, pero esa es la lucha que tenemos en estos momentos". Y no se quedaba ahí. Pablo Motos, para llevar a la práctica este consejo, procedía a mostrar un ejercicio "que funciona" para quitarse el estrés: "El paso del avestruz". El valenciano animaba a la audiencia a “hacer el idiota solo” ya que "aunque al principio es horrible porque a lo mal que estás, le incorpora una sensación de ridículo". "Esto provoca un cortocircuito en tu cerebro. El cerebro deja de enviarte cortisol, que es la horma del estrés y de todo lo malo, es tóxico y dañino", comentaba.

Después de mostrar cómo se realiza "el paso del avestruz", Pablo Motos saludaba a Ernesto Sevilla, que conectaba con el programa desde su casa. Confinado en su casa, el actor confesaba que está pasando estas semanas solo con su perro. Entre otras cosas, el actor confesaba una anécdota de cuando era un niño. Cuando intentaba ligar con una amiga, la sorprendió "con una pompa de mocos" en su nariz, lo que causó el rechazo de la chica. "Ese fue primer amor", bromeaba.

Como el resto de españoles, Ernesto Sevilla confesaba que intenta ocupar las horas realizando actividades en su casa. "Ahora ya parece que tengo el síndrome de Diógenes", comentaba el actor entre risas. Además, el invitado se sinceraba, más serio, sobre cómo está viviendo la situación actual: "Esto del confinamiento esta siendo durillo". Aún así, sin abandonar su habitual sentido del humor, el cómico desvelaba que hace uso de las videollamadas con sus amigos para, entre otras cosas, hacer fiestas. "¿Te has emborrachado por videollamada con colegas?", preguntaba Motos al invitado, que respondía con rotundidad: "Sí. Las videollamadas están siendo como mi metadona".

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