Abascal no es el primero: el paso de los líderes políticos por El Hormiguero

  • El único que no ha ido al programa ha sido Pedro Sánchez, que decidió acudir al plató de Antena 3 Noticias.
Pablo Casado en El Hormiguero.
Pablo Casado en El Hormiguero.

A pesar de que los tuiteros se movilizan en redes y el país se divide cada vez que un político visita El Hormiguero por ser un programa de entretenimiento, sobre todo por esta última visita del polémico Santiago Abascal, lo cierto es que la mayoría de los líderes de nuestros partidos se mueren por enseñar en los espacios de máxima audiencia su lado más humano.

Porque saben que lo importante para arañar esos votos de diferencia que los convertirán en presidentes se ganan con la verdad por delante y siendo sinceros, familiares y cercanos, y todos ellos luchan (con alguna excepción que comentaremos a continuación) por poder pasar un rato divertido en un programa blanco, que no les haga daño y que les permita mostrarse tal y como son.

El primero en pasarse por el programa fue líder de los 'populares' Pablo Casado, que aseguró sentirse más cómodo que nunca y no dudo incluso en aceptar un atrevido reto. “Me he enterado de que tocas el bajo”, comenzaba Motos, retando de manera indirecta a su tocayo. “Toco la guitarra española, no tan bien como tú, pero bueno…”, respondía el 'popular'. “Pues yo tengo un bajo, y tú sabes tocar el Uptown funk… Y estás en campaña electoral”. Un argumento que resultó ser suficiente para que el actual líder del PP se arrancase, acompañado de una banda, y tocase la famosa canción de Bruno Mars en riguroso directo.

Y derecha a izquierda, y tiro porque me toca. Pocos días después de Casado, le llegaba el turno al líder de Podemos, Pablo Iglesias, a quien Motos le tenía una guardada por haber dudado de la libertad de los medios de comunicación. “Tú has sacado el tema de que los medios mienten como una cortina de humo, para que no hablemos de los miembros de Podemos”, recriminaba Pablo. “Yo he hablado de los jefes de los medios. Eso no es una cortina de humo. Todo lo que dije es una puñetera verdad”, una respuesta contundente a la que añadía: “Como dice el refrán… las verdades ofenden. Si nosotros tuviéramos poder prohibiríamos que los bancos financien tanto a los medios de comunicación como a los partidos políticos, para que nunca nadie pueda echárnoslo en cara”. Un discurso que dejaba sin palabras al presentador del espacio, que solo atinaba a decir: “Está muy bien. No tengo nada que decir”.

La que las redes sociales entendieron como una de las entrevistas más sinceras fue la del líder del partido naranja, Albert Rivera. El catalán aseguró al principio de la charla que iba dispuesto a responder a todas las preguntas que le hiciese Motos, por muy comprometidas que fueran, y así fue. Llegaron a hablaron incluso de los municipios en los que aparecían más papeletas que votantes, y eso que, como Albert aseguraba entre risas: “De eso yo no tengo culpa”. Una entrevista en la que Pablo se tomó la libertad incluso de pedirle que definiera de una vez por todas a su partido y que lo delimitara dentro del arco político. “Somos un partido liberal, no conservador, pero es que este país ya no es rojo o azul. Hay muchos colores”, respondía Rivera. “Dime tres cosas que tengáis diferentes al PP o al PSOE”, le retaba Motos. “Te puedo decir 100”, contestaba entre risas Rivera.

Y por último, el que no ha querido ir a divertirse a El Hormiguero, o por lo menos hasta momento, ha sido Pedro Sánchez, que en lugar de atreverse a darlo todo en una entrevista informal con Motos, decidió acudir al plató de Antena 3 Noticias 2. ¿Consecuencia? Pues, que Sánchez, en lugar de dirigirse a casi tres millones de personas como lo hubiera hecho desde el espacio de Motos, se dirigió a solo 1.582.000 y a un 10,8% de la población. Un dato que no hace más que reforzar la teoría de los que dicen que los políticos como tal, aburren, y que lo emocionante es verlos a lo natural.

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