Las seis reglas que ha hecho de Los Simpson una serie mítica

Hay cien detalles curiosos de los Simpson que los hace merecedores de ser considerada la mejor serie animada de la historia. Y muchos más que indican (en una serie que ha influido en la economía, la filosofía, la cultura...) que sus 25 años de éxito son merecidos.

Los Simpson son un éxito porque cumplen seis reglas que los han convertido únicos e inmortales. Y que son difíciles de trasladar a otras series de la televisión.

1. Salirse de la norma.
Los Simpson llegaron rompiendo esquemas. Una serie de dibujos animados que no era para los niños y que, además, llevaba intrínseca una ácida crítica a la sociedad norteamericana. Llamó la atención y la audiencia se enganchó. Era diferente.

2. Color, fosforito.
Los Simpson no se parecen a nada y, al mismo tiempo, realizan una radiografía perfecta de una familia de clase media. Sus personajes están bien definidos para que el espectador se identifique con ellos (el padre patán, la madre responsable, el hijo traviso, la niña empollona...) pero, también, tienen una características peculiares, empezando por su color amarillo chillón, que los hacen diferenciarse del resto de producciones que habíamos visto antes. Son icónicos.

3. Capítulos autoconclusivos.
El público se puede enganchar a la serie en cualquier momento. Incluso en cualquier minuto del episodio. Es muy sencilla de seguir y comentar en familia o entre amigos. Además, sus capítulos son intercambiables. El espectador no sufre los vaivenes del tiempo y, aunque haya seguido un capítulo cientos de veces, disfruta reviviendo las tramas. Siempre se descubre un trazo nuevo en el guion.

4. Visión de negocio
James L. Brooks y Matt Groening han controlado toda la historia de la serie para que sea coherente y no decepcione a sus adeptos. Además, han sabido potenciar el imaginario colectivo de la población mundial creando gamas de productos que son siempre un buen regalo e incluso se los disputan los coleccionistas. De hecho, hasta Lego ha producido la casa de Los Simpson. Los primeros dibujos animados que no se han quedado en el muñeco infantil para ilustrar desde ropa interior hasta jarras de cerveza. Lo que se traduce en una rentabilidad multimillonaria y en un impacto publicitario internacional a la misma altura de Disney.

5. Crecer con los años.
Otro de los rasgos de la personalidad de Los Simpson es que no crecen con los años. La familia sigue casi como el primer capítulo. La única diferencia es que ahora los dibujos están más definidos. Por lo demás, los personajes no envejecen aunque las tramas sí han incorporado las nuevas tecnologías porque uno de los grandes puntos fuertes de esta ficción es que nunca ha dejado mirar, con una visión crítica, a su tiempo.

6. La emoción de un buen guion
25 temporadas después, Los Simpson siguen emocionando. Sus guiones realizados por un equipo estructurado en torno a 20 creativos no cesan en reinventarse. Los Simpson producen carcajadas, pero también transmiten sentimientos. Al final, ver Los Simpson también es reírse un poco de nosotros mismos. Y esa experiencia colectiva se ha traducido en un éxito que aún no vislumbra su fecha de caducidad.