Teotihuacan muestra la influencia de su potente civilización en Madrid

  • Teotihuacan, centro cultural, político y religioso de una potente civilización prehispánica durante ochocientos años, muestra algunas de sus obras maestras en una exposición que permanecerá hasta mediados de noviembre en Madrid.

Madrid, 26 jul.- Teotihuacan, centro cultural, político y religioso de una potente civilización prehispánica durante ochocientos años, muestra algunas de sus obras maestras en una exposición que permanecerá hasta mediados de noviembre en Madrid.

Situada sólo a 45 kilómetros de Ciudad de México y declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en 1987, Teotihuacan está considerada hoy una de las grandes maravillas arqueológicas, cuyas excavaciones a lo largo de todo un siglo han sacado a la luz tesoros que han aproximado su forma de vida y su organización social al momento actual.

Más de 400 piezas arqueológicas procedentes de los principales museos pertenecientes al Instituto Nacional de Antropología e Historia de México dan una clara idea del poder de esta ciudad prehispánica.

En "Teotihuacan, Ciudad de los Dioses", instalada en el centro CaixaForum, el visitante encontrará pintura mural, esculturas en piedra, estatuillas trabajadas en obsidiana, elegantes ornamentos de joyería, máscaras rituales, recipientes de cerámica y figurillas de animales mitológicos de gran importancia en Mesoamérica, como el jaguar y la serpiente.

La muestra, que acaba de pasar por Barcelona y antes había itinerado por París, Berlín, Zurich y Roma, ha recibido ya la visita de medio millón de personas y en verano de 2013 podrá ser vista de nuevo por el público mexicano.

La exposición pretende dar respuesta a interrogantes sobre la vida en Teotihuacan, cómo eran sus habitantes, cómo se organizaba su sociedad, cuales eran sus creencias y, sobre todo, por qué se produjo su declive.

La respuesta a estos interrogantes surge del conocimiento de su arquitectura y urbanismo, su economía, sus creencias y rituales, la forma de vida de sus dirigentes, sus objetos cotidianos y sus relaciones comerciales con las culturas de su entorno.

La muestra sigue el recorrido planteado por el arqueólogo Felipe Solís, comisario de la exposición y experto en el mundo prehispánico, quien murió un mes antes de la primera inauguración de la exposición en Monterrey.

Así, el desarrollo urbanístico de la ciudad, que llegó a abarcar una extensión de 22,5 kilómetros cuadrados, permite descubrir utensilios usados para construir edificios como las pirámides de la Luna y del Sol, mientras que la cantidad de murales encontrados en las excavaciones hace pensar que la ciudad estaba totalmente cubierta de estucos pintados.

De sus creencias religiosas dan testimonio sus principales deidades, "quetzalcóatl", la serpiente emplumada, y "tláloc", dios de la lluvia y la fertilidad, representados con sus característicos atributos en vasijas, cerámicas, esculturas y pinturas murales.

Durante el periodo de mayor esplendor de la cultura teotihuacana (350-550 d.C), se establecieron relaciones diplomáticas con Monte Albán, actual Oaxaca, mientras que grupos armados procedentes de Teotihuacan influyeron en la vida política y cultural de diferentes ciudades mayas.

Ignasi Miró, director del área de Cultura de la Fundación "La Caixa", ha destacado en la presentación de la muestra en Madrid la "buena fórmula de cooperación" entre instituciones culturales "alejadas en lo geográfico pero cercanas en la forma de entender la cultura".

Para el director general del Instituto Nacional de Antropología e Historia de México, Alfonso de María, la exposición permite dar a conocer al público en general la forma de vida de una civilización cuya desaparición sigue siendo un misterio, aunque la gruesa capa de ceniza hallada en los yacimientos parece indicar que un incendio a mediados del siglo VII destruyó todo el área metropolitana.

Mostrar comentarios