The Monomes presentan en directo su aproximación al rock americano

  • Javier Herrero.

Javier Herrero.

Madrid, 12 oct.- Recién llegados del Rock in Rio, la banda madrileña The Monomes presenta en España su segundo disco, "Sweet Champagne", un álbum más pegado al "rock americano" y en el que tratan de mostrar que hay material que rascar, lejos de ciertas cuestiones extramusicales que les dieron eco en sus orígenes.

"Te miran con lupa hasta el más mínimo detalle y a veces tienes que estar al trescientos por cien", reconoce en una entrevista con Efe Rafael Cebrián, guitarrista de la banda e hijo del periodista Juan Luis Cebrián, que dice resignado que "es lo que hay" y que ellos piensan dar "siempre el máximo".

Tan seguros están de su apuesta que Edward Frank (voz), David Hachuel (guitarra), Rafael Cebrián (batería y percusión), Eddie Morrow (bajo eléctrico) y Clara Collantes (guitarra) se han "endeudado a tope" para publicar su segundo disco, en el que han contado con la producción de Alejo Stivel.

"Queríamos encontrar un sonido más concreto. En el primer disco éramos muy jóvenes, con muchas ideas y muy diferentes, de las más punk a las más suaves. Este queríamos dirigirlo más hacia el rock americano", explican, por lo que llamaron a "una figura del rock en España".

"Alejo tiene ese rollo de Rolling Stones, que se parecía a lo que estábamos buscando. Además, es un productor que sabe mucho, se nota y eso fue algo que nos gustó", cuenta Collantes, la más reciente incorporación a la banda para reforzar el sonido guitarrero de The Monomes.

El single "Tip Toeing" es uno de los frutos de ese trabajo conjunto, que estos días presentan en una gira nacional y que el próximo viernes ofrecerán en directo en la sala Sidecar de Barcelona.

"Lo que nos gusta es tocar", aseguran ellos, que consideran que el directo "es la base de la música desde los años 50" y que se crecen estoicos incluso en actuaciones ante apenas veinte personas, como fue la de San Sebastián.

"Sweet Champagne" habla, según sus palabras, de la incertidumbre, de las ganas de hacer algo, "es una reivindicación de lo que eres", apunta Frank, sobre todo en una época de cambios como es la de los "veintitantos".

Atrás quedan sus inicios, allá por 2005, cuando Cebrián dejó el piano clásico por la batería y Morrow se colgó el bajo por primera vez, inspirados por la música de grupos de raíz profundamente estadounidense como Red Hot Chili Peppers y Pearl Jam.

Formaron una banda y la bautizaron como la fiesta de graduación de su instituto, The Monomes. "No significa nada en realidad. Tiene que ver con la madurez, la libertad y la independencia, con tomar decisiones por ti mismo sin importar lo que digan los demás, marcando tu propio estilo", indica Cebrián.

Comenzaron a componer sus temas y a darles su propio estilo, así que echaron mano de sus ahorros y grabaron un álbum de debut, llamado "Give it an 'M'", con la producción de Andreas Prittwitz.

Conscientes del estado de la industria musical, inmersa en una doble coyuntura de crisis, han decidido escribir el segundo capítulo de su historia, aunque sea a costa de hipotecarse con los bancos. "Queremos dedicarnos a esto y por eso hemos apostado por nosotros mismos y por nuestro proyecto", reivindican.

Valencia (sala Matisse, 15 de octubre), Murcia (12 y Medio, 21 de octubre) y Alicante (sala Stereo, 22 de octubre) son algunas de las próximas citas que tienen por delante estos emprendedores para mostrarle al mundo que tenían razón.

Mostrar comentarios