"Titirimundi" alberga en Segovia a constructores de marionetas

  • Segovia.- El Festival Inetrnacional de Títeres de Segovia "Titirimundi" no sólo se compone de espectáculos sino que también abarca otras facetas de este mundo mágico, como dar vida a las marionetas y hacerles nacer desde la madera del árbol.

Segovia.- El Festival Inetrnacional de Títeres de Segovia "Titirimundi" no sólo se compone de espectáculos sino que también abarca otras facetas de este mundo mágico, como dar vida a las marionetas y hacerles nacer desde la madera del árbol.

Estos días, Chris Geris, del grupo belga Plansjet, un enamorado de los trabajos en madera, dirige un taller para profesionales del mundo de las artes plásticas, constructores, escenógrafos y tallistas para teatro, con el fin de acercarles el mundo de la talla de las marionetas.

La clave de hacerlo bien tiene su complejidad, como reconoce Geris en tono misterioso, y es que "el secreto de la marioneta es la historia de Gepeto", que elaboraba juguetes de madera y terminó por crear al popular Pinocho.

Chris, que también interpreta un original espectáculo de títeres bailarines, junto con Mieke Geris, con tallas realizadas por ellos mismos, reconoce que "una mesa no puede hablar, una escalera no puede andar, no puede moverse, no tiene el don de la palabra".

Sin embargo, a juicio de este marionetista, es la pasión de un artista quien da vida a los muñecos, al material que parece estar muerto, "pero el árbol cortado nunca significa muerte, porque podemos dar vida a esa madera, al árbol", concluye Chris Geris.

Para el festival, con el trabajo que dirige este experto se trata también de cubrir un hueco que existe en la formación especializada, que requiere ciertas técnicas, como es el caso de la construcción de marionetas articuladas talladas en madera.

En esta vigésimo cuarta edición de "Titirimundi" hay una parte del programa dedicada a Franciso Peralta, uno de los artistas y marionetistas más destacados en España, el primero en este área, al que se otorgó la Medalla al Mérito en las Bellas Artes en su categoría de Plata, en 1990.

Peralta, que también ha desarrollado actividad para el cine y la televisión, continúa en activo a sus 80 años y asegura ante su última creación que todos los días descubre cosas nuevas: "Así he llegado a esto, que no sé si será el final".

Se trata de un muñeco articulado que al director de "Titirimundi", Julio Michel, le parece "un títere prodigioso, es un muñeco que se expresa de forma orgánica, es el producto del trabajo de investigación que ha desarrollado Peralta en los últimos cincuenta años".

Francisco Peralta responde con una sonrisa, para añadir a continuación: "La gente ha decidido decir que se trata de la marioneta perfecta, pero no creo que sea así, ni mucho menos".

El artista plástico, cuyos espectáculos han sido presentados en escenarios de España, Europa y el norte de África, reconoce que el mundo de la construcción de las marionetas "ha progresado muchísimo, hoy es una maravilla, hay muchos creativos que aportan ideas nuevas, no tiene nada que ver" con la época en que él empezó.

Y trata de explicar el momento en que comienza a crear un títere: "Primero te lo imaginas, lo ves, luego vas trabajando a la servidumbre de ese descubrimiento... aunque es prácticamente utópico, porque a veces son cosas que no se llegan a hacer".

Dentro de la actividad en homenaje a Peralta, se proyecta un documental en el que se realiza un recorrido por la obra de este genial artista plástico, desde un punto de vista nuevo, mostrando las joyas de su taller lleno de magia, en Madrid.

En la película, Peralta relata la obra de su vida junto a uno de sus discípulos, el director de escena Carlos Marquerie y dos de los más prolíficos marionetistas, como Alberto Cebreiro y Gabriel Fariza.

Después, con humildad, ante un público admirado y entregado, trata de mostrar su creación, dándole vida, haciendo funcionar las articulaciones de un muñeco de madera y muelles con cara de arlequín, su "marioneta perfecta", recibida con muchos aplausos, tanto por los profesionales como por los espectadores.

Aurelio Martín

Mostrar comentarios