Tokman en Málaga con su "Planetario", resumen de 120 horas de vídeos caseros

  • El realizador argentino Baltazar Tokman ha convertido en un largometraje más de 120 horas de vídeos caseros que ha recopilado en cinco años de seis familias que, como él, se resistieron a perder los mejores momentos de las vidas de sus bebés y no solo los grabaron, sino que los subieron a internet.

Málaga, 26 abr.- El realizador argentino Baltazar Tokman ha convertido en un largometraje más de 120 horas de vídeos caseros que ha recopilado en cinco años de seis familias que, como él, se resistieron a perder los mejores momentos de las vidas de sus bebés y no solo los grabaron, sino que los subieron a internet.

Según ha explicado el director a EFE en una entrevista con motivo de la presentación de su documental en el XV Festival de Cine de Málaga, su propuesta se basó siempre en "tratar de capturar la intimidad de la forma más genuina limitando mi presencia en la puesta en escena".

La cinta comienza con el paseo que lleva al ruso Anton, ya cumplidos los cuatro años, a pescar con su padre, mientras hablan de la vida y de la muerte y del repelús que le provocan al niño los coleteos de los peces cuando se les saca del agua.

"Anton siempre ha sido muy reflexivo y yo siempre le he tratado como a un adulto, y hablamos de todo, salvo de sexo y de política", dice a EFE Artem Gennadyevich, de visita en Málaga con su hijo, que no tiene ningún problema en ver su vida reflejada en los más de cien vídeos que Artem ha subido a internet desde que nació.

Esta búsqueda de capturar el momento, coincidiendo con la sorpresa que le causó al director el hecho de ser padre "y el montón de preguntas que me asaltaron", afirma, le decidió averiguar "por qué filmaba a mi hija de aquella forma tan obsesiva".

Y Tokmam se dio cuenta, vigilando los vídeos que las familias subían cada día a internet, de que había gente como él por todas partes del mundo, familias que no tenían problema en exponer su vida y la de sus hijos en historias filmadas con sus cámaras caseras.

El cineasta se puso en contacto con varias familias de India, Argentina, Egipto, Polonia, EEUU y Rusia a las que remitió un cuestionario que estos adjuntaron a las filmaciones de partos, bautizos y momentos estelares de los bebés, de modo que en la cinta, donde no hay un sólo minuto filmado por el realizador, los padres se convierten en narradores de sus propias historias.

Una vez obtuvo el material, trabajó otros cuatro años con cinco traductores, ya que las cintas llegaron todas en sus idiomas originales, que se mantienen en el documental ayudadas con subtítulos.

En "Planetario" se ve a un padre de 58 años, abandonado con su bebé por su joven mujer hindú, que destila ternura cada vez que filma a su hijo; una familia argentina cuya madre no está tan de acuerdo con "inmortalizar" cada momento de su hijo y una concertista de piano polaca, que, a sus apenas diez años, posa como si fuera una estrella.

También están Anton y su padre -su madre apenas aparece-, un obsesivo fotógrafo egipcio, capaz de seguir filmando mientras su hija recién nacida recibe, inerme, oxígeno, y una familia numerosa americana, devota hasta la extenuación, que tras cuatro hijos varones reciben a la quinta como a una auténtica princesa.

Un curioso documental donde el director no vio cara a cara a sus protagonistas hasta después de terminada la película y a otros, como a Artem, hasta que se cruzó con él en la calle Larios, de Málaga.

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