"Tosca" de Espert dirigida por Palumbo:repertorio nada rutinario para el Real

  • Concha Barrigós.

Concha Barrigós.

Madrid, 8 jul.- Nuria Espert ya es "otra", distinta de la que hace seis años montó en el Real "Tosca", y aunque ha aceptado reestrenarla por agradecimiento a su intendente, Gerard Mortier, no volverá a dirigir. "Eso se acabó. Me hace muy feliz ser intérprete, hablar en mi propia piel", ha asegurado esta "mujer de teatro".

Espert, que cumplió 76 años hace poco menos de un mes, ha presentado hoy la reposición de la obra de Puccini, que el Real estrenó en 2004 y que recuperará a partir del próximo martes, junto al director de orquesta, el italiano Renato Palumbo, Mortier y el director general del coliseo, Miguel Muñiz.

A pesar de que Mortier no es precisamente "un apasionadísimo" de Puccini ni del repertorio, el intendente decidió programar este título en lugar de otro suyo, "El tríptico", porque la producción de Espert, según el belga, es "muy bonita" y porque el coste es de 700.000 euros ("San Francisco", que representan ahora en la Casa de Campo, cuesta algo más de 2 millones de euros).

"Respeto mucho a Puccini pero hay que luchar contra la rutina en el repertorio. Ese es el reto", ha asegurado Mortier, muy satisfecho de que se hayan vendido ya 15.000 entradas para las 12 funciones, tantas como para las cinco de "San Francisco".

Palumbo (Montebelluna, 1963) cree que el problema fundamental del teatro actual "es representar el repertorio" porque "todo el mundo lo conoce, lo ha oído y es difícil encontrar una gran compañía que satisfaga las expectativas del público".

Se piensa, dice, que Puccini es "muy fácil y cada vez es más difícil". Él, desvela, ha conseguido huir de la repetición gracias a que ha provocado "el interés de los cantantes para hacer un trabajo conjunto".

Espert ha explicado que le hace una "ilusión muy grande" la reposición por varias razones, entre ellas que ha sido Mortier el que la ha elegido y porque ella siempre le ha agradecido que cuando dirigió "Electra" en Bruselas él la apoyó "mucho" frente a una cantante "que a todo decía que 'no'".

Ha retomado "con muchísimo cariño" la obra, "tratando que tenga la frescura que tuvo entonces", con dos repartos "top": Violeta Urmana y Sondra Radvanovsky, y Marco Berti y Marcello Giordani, que se alternaran en los papeles de Floria Tosca y Cavaradossi, respectivamente.

Ha cambiado "cosas tan minúsculas" que no ha querido ni detallarlas pero afirma que es diferente de la de 2004 porque el "material humano" también lo es. "Sólo las películas son las mismas. En teatro cada noche es diferente" y Puccini, recalca, "es teatro puro".

También le ha dado "mucho placer" recobrar los decorados "espectaculares" de Ezio Frigerio y el vestuario "maravilloso" de Franca Squarciapino.

Palumbo, ha dicho, ha sido "un aliado fastuoso" en este espectáculo, ya que ha explicado a los cantantes "de forma apasionada y generosísima" el significado de cada personaje: "se han vuelto profundos actores. Es la primera vez que me encuentro con un director que hace un trabajo con ellos tan delicado y espiritual".

Si ahora se enfrentase de nuevas a "Tosca" haría "una cosa diferente", "no porque el espectáculo haya envejecido" sino porque ella es ya "otra persona".

"En seis años me han pasado muchas cosas, el 90% muy buenas y algunas muy malas, como la muerte de mi madre. Soy más sabia que entonces, me preocupan cosas diferentes. Dirigiendo me sentía un poco como una impostora", ha dicho.

Su máxima virtud como directora, ha revelado, ha sido lograr que los cantantes se "mataran" por complacerla, "flexibles, amorosos y dedicados", porque siempre se he acercado a ellos "con muchísimo respeto".

"Mi carrera de mujer de teatro, porque eso es lo que soy, se engrandeció con la dirección escénica", ha subrayado la actriz catalana que está resuelta a no retomar un camino en el que se inició por la insistencia de su marido, el empresario teatral Armando Moreno, fallecido en 1994.

"Me dejé llevar como un rockero y estuve muy lejos de mi familia y no quiero eso porque mi mundo es muy pequeño", ha confesado.

"Lo hice apasionadamente, fui muy feliz y mi marido felicísimo, pero se acabó. No habrá otra tentación".EFE

cb/ea

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