Tres Goyas para realzar los mejores cortos de Ficción, Animación y Documental

  • Madrid.- La Academia del Cine concede cada año tres Goyas a las mejores producciones cinematográficas de menor formato: son los premios a los cortometrajes de Ficción, Documental y Animación, galardones que sirven, en muchas ocasiones, para que el público los conozca y, con suerte, los reclame.

"Balada triste de trompeta", favorita en las casas de apuestas
"Balada triste de trompeta", favorita en las casas de apuestas

Madrid.- La Academia del Cine concede cada año tres Goyas a las mejores producciones cinematográficas de menor formato: son los premios a los cortometrajes de Ficción, Documental y Animación, galardones que sirven, en muchas ocasiones, para que el público los conozca y, con suerte, los reclame.

Este año, la variedad de temas y estilos en los doce cortometrajes que han quedado finalistas es enorme:

En el apartado de ficción compiten "Adiós papá, adiós mamá", del alicantino Luis Soravilla, una comedia protagonizada por Enrique Villén, Gracia Olayo y Miguel Ángel Muñoz en los papeles de un hijo que se quiere ir a vivir con su novia e independizarse (por fin) a los 35 años, y sus padres, que asisten asombrados a la transformación de su hijo.

José y César Esteban Alenda firman una intimista historia llena de simbolismos, "El orden de las cosas", que protagoniza Manuela Vellés, donde la acción transcurre en una bañera, como la vida de Julia, y es un grito contra la violencia de genero.

Ambas compiten con "Una caja de botones", de la guipuzcoana María Reyes Arias González, sobre el viaje emocional de un padre (Antonio de la Torre, nominado también por "Balada triste de trompeta") y su hija pequeña, a la que debe contar la verdad sobre los Reyes Magos ante la imposibilidad económica de conseguir el regalo que ha pedido.

Y Miguel Romero y Jorge Muriel han dirigido "Zumo de limón", protagonizada por la debutante Selica Torcal, una mujer de 78 años -que fue la voz de "Heidi" en los míticos dibujos japoneses- que imprime toda su acidez al drama de una mujer que, tras quedarse viuda, debe enfrentarse a las consecuencias de lo que ha sido su vida.

En la categoría de animación son finalistas "Exlibris", un delicioso poema visual en el que su directora, la valenciana María Trénor, rinde homenaje a los libros y al placer de leer con un formato experimental en el que mezcla imágenes reales con dibujos.

Pedro Solís García intentará el abordaje a su primer Goya con "La bruxa", un cuento que trastoca algunos viejos conceptos, ya que es la vieja bruja la busca desesperadamente a su príncipe azul.

También finalista es "La torre del tiempo (The Tower of Time)", de José Luis Quirós, que también es guionista y productor de esta compleja y visual historia que transgrede conceptos como el tiempo y el espacio y da vida a un fantástico mundo que se agita en otra dimensión.

Y "Vicenta", el quinto corto que realiza el valenciano Sam (Samuel Ortí Martí), un cuento de terror y humor al cincuenta por ciento, aderezado con gotas de machismo (la voz de su protagonista, Alfredo, la pone Santiago Segura) y resignación (Vicenta, una mujer antigua y abnegada a la que anima Esperanza Elipe).

Uno de los pocos cortos que se puede ver en la web de la productora, Conflictivos Productions (Sam), la cinta ha conseguido quince premios, entre ellos, el especial del jurado de Sitges 2010.

En el ámbito del documental compiten "El cine libertario: cuando las películas hacen historia", una cinta de Verónica Vigil y José María Almela sobre el breve periodo en el que, en plena Guerra Civil, el sindicato anarquista CNT socializó la industria del cine.

"El pabellón alemán", del madrileño Juan Miralles, es una inmersión en la obra que el arquitecto Mies van der Rohe hizo para la Exposición Universal de Barcelona de 1929, donde, a través de viejas fotografías, el director deja entrever un misterio oculto, tal vez un crimen, contado en blanco y negro.

El riosecano Ramón Margareto apuesta en esta categoría por dar voz a un viejo cine desaparecido, el Ortega, de Palencia.

"Memorias de un cine de provincias" cuenta en primera persona y como una reivindicación la historia del que fue centro de reunión de toda una comarca.

También es finalista "Un dios que ya no ampara", una película del bilbaino Gaizka Urresti basada en los relatos de Miguel Mena, que narra el viaje de un padre que busca respuestas a la discapacidad de su hijo, aquejado del Síndrome de Angelman.

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