Tuberías y ollas cobran nueva vida convertidas en instrumentos musicales

  • Cintas métricas, flexos de luz, tuberías, embudos, botellas, ollas... Podría ser el surtido de una tienda de ferretería, pero no, son los utensilios a los que el grupo español Cabo San Roque les ha dado un nuevo uso para construir en México su orquesta mecánica "Los árboles aullaron".

Paula Escalada Medrano

México, 19 sep.- Cintas métricas, flexos de luz, tuberías, embudos, botellas, ollas... Podría ser el surtido de una tienda de ferretería, pero no, son los utensilios a los que el grupo español Cabo San Roque les ha dado un nuevo uso para construir en México su orquesta mecánica "Los árboles aullaron".

"Es darles una oportunidad a los objetos que la mayoría de gente no ve, pueden ser olvidados, comunes, o puede ser deshecho industrial. Las cosas que no tienen valor, les damos una nueva vida y una nueva oportunidad", explicó en una entrevista con Efe Laia Torrents, miembro de este grupo nacido en Barcelona (España) en el 2001.

Gracias a instituciones como la Centro Nacional de las Artes (Cenart) o la Fonoteca nacional mexicana, en donde se expondrá a partir de mañana esta orquesta que funciona sola, el grupo inició hace varios meses un proyecto para crear una orquesta mecánica, con la que actuarán en el festival Vive Latino el próximo año.

Como contó Roger Aixut, otro de los miembros del grupo que ya tiene una orquesta en su ciudad de origen, el proyecto comenzó con la recolección de material en diversos mercados mexicanos, un proceso al que dedicaron dos meses y en el que encontraron cosas curiosas como una cama elástica que acabó convertida en un instrumento de percusión con forma de árbol.

Tras la recolección, regresaron a Barcelona a idear los instrumentos y unos meses después regresaron a México para montar la orquesta.

Durante ese proceso, contó Torrents, a veces necesitan comprar algunos materiales extra, aunque siempre para acabar de construir algunos instrumentos. "A veces necesitas, tienes seis campanas y necesitas otra, pues no te queda más remedio que comprarla (...) No compramos para construir, pero sí para terminar instrumentos", apuntó.

Encerrados durante semanas en un almacén de la localidad de Querétaro, en el centro del país, construyeron su obra y, una vez terminada, compusieron varias canciones para poder ponerla a prueba y la tecnología hizo el resto.

"Se parte de la base de una programación con un programa de secuenciador de música estándar, se utiliza un lenguaje MIDI para componer música, la partitura está en el ordenador y de ahí pasa a unas placas electrónicas que transforman las notas en señales eléctricas", explicó.

"Los árboles aullaron" es, por tanto, una orquesta mecánica que funciona sola e interpreta las composiciones que los músicos crean para ella.

"Hay una parte de instrumentos que funcionan como con grifos eléctricos, cuando reciben señal se abren o se cierran entonces dejan pasar aire comprimido, es el caso de las trompetas. Otros funcionan con electroimanes, cuando reciben señal eléctrica el electroimán se comprime y acciona por ejemplo un martillo de piano", añadió el músico.

Pero el duro trabajo no acaba ahí. Los músicos del grupo tocan después otros instrumentos junto con sus máquinas sonoras.

"Somos los solistas con orquesta y en vez de tener una orquesta de mariachis o una sinfónica, tenemos una orquesta mecánica", explicó Torrents, quien contó que a veces tocan con instrumentos convencionales y otras con piezas elaboradas por ellos mismos.

"No tenemos complejos con eso, lo que descubrimos hace mucho tiempo es que los instrumentos que construimos tienen unas propiedades y sonoridades particulares, te dan unas cosas que los instrumentos convencionales no y al revés, por lo que los combinamos sin ningún complejo", apuntó.

Una de las cosas que Aixut realiza tras acabar sus obras es ponerse delante de ellas, ver la suma de objetos que hay y trazar la historia de estos objetos que han tenido en vidas anteriores.

"Son objetos que sus propietarios han desechado y se han quedado tirados en un rincón criando polvo. Tratamos de modificarlos solo lo necesario para que hagan música y dejarlos en su estado con el óxido... Todo ese óxido, esas rozaduras, hablan de esta vida anterior", apuntó.

Por ejemplo, tienen un piano que está hecho con un escritorio y con una cama, muebles que pertenecían a personas diferentes.

"Esos objetos de repente se juntan para hacer un piano, cuando estaban tirados en la calle, de pronto empiezan a dar vueltas en teatros muy bonitos, haciendo conciertos para gente", dijo Aixut, quien concluyó con una reflexión: "Yo, si fuera objeto, me gustaría este cambio de vida". EFE

pem/ag/dmt

Mostrar comentarios