Un ensayo defiende la seriedad del cómic

  • El cómic es un pilar de la cultura actual, pero a veces parece necesario que lo evidente quede recogido en un ensayo que no deje lugar a dudas, como "Supercómic. Mutaciones de la novela gráfica contemporánea", compendio de 12 artículos sobre la ruta seguida por las viñetas para reinvindicarse sin prejuicios.

Barcelona, 22 abr.- El cómic es un pilar de la cultura actual, pero a veces parece necesario que lo evidente quede recogido en un ensayo que no deje lugar a dudas, como "Supercómic. Mutaciones de la novela gráfica contemporánea", compendio de 12 artículos sobre la ruta seguida por las viñetas para reinvindicarse sin prejuicios.

El libro, publicado por Errata naturae bajo la coordinación del investigador e historietista Santiago García, no pretende, explica a Efe el editor Rubén Hernández, ser una historia del cómic, "de esas ya hay muchas", sino explicar qué ha ocurrido en los últimos veinte años "tanto en las formas de creación de los autores como en las de recepción por parte de los lectores".

Con estas palabras, Hernández se refiere al fenómeno aún reciente que ha hecho que los libros de cómics, especialmente en su vertiente de novela gráfica, pero también la revisión hecha de los clásicos superhéroes, hayan subido del fondo de las mesillas de aquellos que se resistían a abandonar su juventud, hasta ocupar las zonas más visibles de las estanterías del salón de la casa.

Es decir, el paso del fan ya en edad adulta, un "friki" nostálgico "que lo sabe todo" -del que el sector no reniega porque al fin y al cabo este colectivo es esencia y seña de identidad- a un público más amplio que ha comprobado que el cómic puede abordar cualquier asunto con la misma precisión que la literatura, el cine, la televisión o el periodismo por citar algunos "competidores".

La "madurez" del arte secuencial no ha sido buscada en la mayoría de los casos, sino que es fruto de la libertad genérica fraguada durante los años 70 y 80 en el underground y de la confianza que los editores, cada vez menos miedosos, han ido otorgando a autores que no solo se han convertido en superventas, sino que han recibido cerrados elogios de la crítica "seria".

Ahí están los casos de Joe Sacco, Art Spiegelman, Chris Ware, y a otra escala, Paco Roca en el caso de España.

El impulsor de este "Supercómic" es Santiago García, autor a su vez de la "La novela gráfica" (Astiberri), que ha reunido para la obra a firmas de procedencia variada.

El novelista gráfico Eddie Campbell (autor de "Baco" y "From Hell") ofrece su visión del cómic autobiográfico; el periodista Jordi Costa reclama la atención para el manga a través de la figura de Shintaro Kago y Óscar Palmer con su aportación sobre el "cómic noir" ante el revival de este subgénero.

La metaficción, el peso de la memoria, la mitología, el uso de la no ficción y la realidad inmediata, la política o la "naturaleza bastarda" del cómic son algunos de los aspectos que, directa o indirectamente, abordan también en este compendio expertos y profesionales como Eloy Fernández Porta, Raúl Michinela o Emmanuel Guibert, el innovador dibujante francés entrevistado para la ocasión por Alberto García Marcos.

Pero "Supercómic", con portada del ilustrador David Sánchez -candidato al premio a la mejor obra española en el último Salón del Cómic de Barcelona- incluye además un cómic inédito de 24 páginas hecho a cuatro manos por Max y Mireia Pérez, ejemplo de las viñetas como herramienta multifacética, en este caso para construir un ensayo sobre la búsqueda de la historieta perfecta.

Rubén Hernández añade que con este volumen, Errata Naturae mantiene su objetivo de dedicar obras monográficas a fenómenos culturales que por diversos caminos están cobrando una dimensión de alta cultura, como ocurre con determinadas producciones de televisión o algunos videojuegos.

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