Un homenaje familiar en forma de máquina de escribir en Vigo

  • Hay quienes consideran el sonido de las máquinas de escribir como algo mágico, una música perteneciente al pasado, pero para la familia Sirvent estas herramientas suponen algo más, un estilo de vida y, sobre todo, un homenaje a un negocio familiar situado en Vigo que ha mantenido unidos a cinco hermanos.

Iria Riobó

Vigo, 14 dic.- Hay quienes consideran el sonido de las máquinas de escribir como algo mágico, una música perteneciente al pasado, pero para la familia Sirvent estas herramientas suponen algo más, un estilo de vida y, sobre todo, un homenaje a un negocio familiar situado en Vigo que ha mantenido unidos a cinco hermanos.

Así ha ocurrido desde que el padre decidiese, en la década de los cuarenta del siglo pasado, sacar adelante un taller de reparación en la calle Velázquez Moreno.

El acopio de 3.500 ejemplares hace que esta familia viguesa ostente una de las diez colecciones de máquinas de escribir más importantes del mundo.

Cuentan con algunas joyas como una Malling Hansen de 1867, una Type Writer de Scholes & Glidden perteneciente a la primera tanda de máquinas de escribir fabricadas de manera industrial en 1873, o una Brother modelo CE-70 de 1982.

Dos de los hermanos Sirvent, Luis y Alfredo, detallan en una entrevista con Efe cómo un objeto olvidado por muchos ha unido a una familia a lo largo de los años y ha derivado en una colección con piezas únicas por las cuales han recibido ofertas suculentas que han rechazado por su valor sentimental.

"Nuestro padre no tenía afán coleccionista pero sí un cariño especial por las máquinas. No las tiraba nunca y nosotros nos encargamos de crear la colección consiguiendo más en casas de subastas. Es un homenaje a su trabajo", cuenta Luis mientras enseña el lugar al que llaman "el hospital".

En ese "hospital" de máquinas de escribir situado en su tienda de muebles en la avenida de la Gran Vía de Vigo, donde guardan la colección, realizan los tratamientos necesarios para asegurar la conservación de estas piezas tan valiosas.

"Nuestra filosofía es mantener las piezas como están, que todo sea original y no pierdan su historia. Eso es lo importante", relata Alfredo, que exhibe orgulloso otros objetos relacionados con el mundo de la mecanografía, como antiguos carteles o afila lápices, que también tienen un lugar destacado dentro de esta compilación.

Más allá del valor coleccionista y sentimental, los hermanos Sirvent subrayan que las máquinas de escribir "permitieron dar un gran paso" en la incorporación de la mujer al mercado laboral como mecanógrafas.

Los hermanos Sirvent ya expusieron una selección de más de 140 máquinas en la Ciudad de la Cultura de Santiago de Compostela en 2011 en el marco de la exposición 'Typewriter: A historia escrita a máquina', de la que afirman sentirse orgullosos por incluir además creaciones de artistas como José Lourenço o Jorge Perianes.

Aspiran a completarla con "aquello que todavía no tenemos", afirman, aunque no pierden la perspectiva de que el suyo es un hobby que, de paso, les ha ayudado a mantenerse "unidos a lo largo de los años". EFE

1011377

Mostrar comentarios