Un libro cataloga el patrimonio perdido y expoliado de Alcalá de Henares

  • La Universidad de Alcalá de Henares (UAH) acoge este martes la presentación del libro "El patrimonio perdido y expoliado de Alcalá de Henares", según el cual la ciudad ha perdido más de la mitad de su patrimonio desde el traslado de su Universidad a Madrid en 1836.

Alcalá de Henares, 28 ene.- La Universidad de Alcalá de Henares (UAH) acoge este martes la presentación del libro "El patrimonio perdido y expoliado de Alcalá de Henares", según el cual la ciudad ha perdido más de la mitad de su patrimonio desde el traslado de su Universidad a Madrid en 1836.

El libro, publicado por la Institución de Estudios Complutenses (IEECC), recopila 15 estudios realizados por especialistas en bienes culturales y documenta la desaparición tanto de edificios singulares de la ciudad como de piezas de incalculable valor artístico.

"Lo perdido supone la mitad del patrimonio arquitectónico y más del 75 por ciento de las obras de arte que acogía la ciudad en el siglo XIX", ha señalado a Efe el editor de la publicación y vicepresidente del IEECC, Vicente Sánchez Moltó.

Desde puertas, murallas y elementos de la trama urbana a esculturas, pinturas y órganos eclesiásticos integran un inventario que, ilustrado con fotos, dibujos y grabados, recrea escenarios exteriores e interiores de la ciudad ahora desaparecidos.

El traslado de la Universidad Complutense o Cisneriana a Madrid en 1836, junto a otros avatares históricos, explica una pérdida superior de patrimonio en Alcalá de Henares, en comparación con otras ciudades como Toledo o Segovia, según los especialistas.

"Cuando los edificios universitarios se pusieron a la venta en 1841, una parte quedó en manos del conde de Quinto, que se llevó a sus fincas desde cuadros a las campanas de una iglesia de un valor incalculable", relata Sánchez.

La dispersión de bienes culturales entre particulares explica el hallazgo surrealista de algunos de ellos con posterioridad.

"Ha habido piezas que han aparecido en El Rastro de Madrid, como el bastón del Cardenal Cisneros (fundador de la Universidad de Alcalá en 1499), que fue recuperado por un alumno", asegura Sánchez.

Otras piezas, especialmente las que albergaban algunos centros de culto, fueron el botín de las tropas francesas durante la Guerra de la Independencia o destruidas como consecuencia de los bombardeos en la Guerra Civil.

Y otras desapariciones, recuerda Sánchez, se explican por desafortunados "accidentes", como el que afectó en 1939 al Palacio Arzobispal, que cobijaba el Archivo General de la Administración, el segundo más importante tras el Archivo de Simancas.

Los documentos del, hasta ese momento, edificio más importante de la ciudad fueron pasto de las llamas cuando una chispa prendió el material militar de la Guerra Civil acumulado en sus dependencias.

Variando los métodos, según recoge la publicación, la destrucción del patrimonio en Alcalá continuó durante el desarrollismo de los años sesenta, cuando "por pura y dura especulación urbanística" se derribaron iglesias, como la de la céntrica calle Santiago, para construir bloques de viviendas.

El punto de inflexión llegó en 1993, cuando Alcalá fue nombrada Ciudad Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, lo que dio paso a "una labor de recuperación de bienes que destaca entre las más importantes realizadas en España en el último siglo", concluye Sánchez.

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