Un libro repasa la "atracción mundial" del convento de Santa Teresa

  • Desde las casas que pertenecían a los Cepeda y Ahumada hasta la construcción actual, el primer convento de la orden del Carmelo Descalzo, el convento de La Santa, en Ávila, se ha convertido en este tiempo en un "centro de atracción mundial", según un libro que hoy se presenta y que repasa su historia.

Ávila, 25 mar.- Desde las casas que pertenecían a los Cepeda y Ahumada hasta la construcción actual, el primer convento de la orden del Carmelo Descalzo, el convento de La Santa, en Ávila, se ha convertido en este tiempo en un "centro de atracción mundial", según un libro que hoy se presenta y que repasa su historia.

El carmelita Daniel de Pablo Maroto ha sido el encargado de resumir, en más de un centenar de páginas y con el título de "Iglesia y convento de 'La Santa'", la historia de los edificios que conforman el complejo actual.

Con el paso de los siglos, el convento de La Santa se ha convertido, según ha destacado el autor en declaraciones a Efe, en "un centro de atracción mundial", pero no solo por ser el lugar en el que nació quien luego sería santa Teresa de Jesús, sino también por su importancia para la ciudad desde el punto de vista económico y social.

Y eso que el convento actual no se erigió hasta bien entrado el siglo XVII, ya que la orden del Carmelo Descalzo tuvo en Ávila tres asentamientos previos, en las zonas de San Segundo, junto al puente que salva el río Adaja; o el barrio de Las Vacas.

Sin embargo, según recoge el Libro de la Fundación, una crónica del año 1667 que se conserva en el archivo del convento actual, hacia el año 1629 se tuvo conocimiento de que las casas, entonces en ruinas, donde había nacido santa Teresa de Jesús, iban a ser vendidas para construir en ese lugar un teatro de comedias o una residencia para soldados.

El general de los carmelitas ordenó entonces a las monjas de San José, la primera fundación de santa Teresa, que compraran las casas, donde posteriormente se encargó al arquitecto de la orden la construcción de la iglesia y el convento.

Hubo que salvar un desnivel "tremendo" que existía entre esta zona y una calle aledaña, para lo que se construyeron unos sótanos que posteriormente se convirtieron en cripta y hoy albergan el Museo de Santa Teresa, que recibió el año pasado cerca de 24.000 visitantes.

El convento y la iglesia actuales fueron inaugurados en 1636, después de costar "entre 100.000 y 120.000 ducados", frente a los "tres millones de ducados" que costó, por ejemplo el Monasterio de El Escorial.

"Salió muy barato", ha apuntado De Pablo, pese a que hubo debate sobre si era "muy lujoso", e, incluso, hay fuentes que señalan que el arquitecto "rompió" con él las normas que regían la construcción de edificaciones en la Orden para "iniciar un nuevo estilo carmelita".

El autor del libro, que se presenta hoy en Ávila dentro de los actos de conmemoración de los 499 años que se cumplen el 28 de marzo del nacimiento de santa Teresa de Jesús, ha destacado, asimismo, que el convento "siempre ha tenido carmelitas", incluso en tiempos de la desamortización.

Entre 1836 y 1876, de hecho, estos edificios, construidos para alojar a sesenta frailes y en el que hoy viven solo seis personas -gran parte de las habitaciones han sido destinadas a albergue- fueron sede de una escuela de música, de un instituto de segunda enseñanza y de la Escuela de Maestría.

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