Un Melendi más popero asalta Madrid

  • Que la versión menos "rumbera" y más "popera" de Melendi convence al público no sólo lo dice él, sus fans o la fama que ha conseguido como "coach" (asesor) en el programa "La Voz", lo reafirma la multitud que esta noche ha aclamado al cantante en su concierto de Madrid, en el que ha conseguido vender prácticamente todas las entradas, según la organización.

Víctor Usón

Madrid, 15 may.- Que la versión menos "rumbera" y más "popera" de Melendi convence al público no sólo lo dice él, sus fans o la fama que ha conseguido como "coach" (asesor) en el programa "La Voz", lo reafirma la multitud que esta noche ha aclamado al cantante en su concierto de Madrid, en el que ha conseguido vender prácticamente todas las entradas, según la organización.

La gira de promoción de su nuevo disco, "Lágrimas desordenadas", que lo ha traído esta noche al Palacio de los Deportes de la Comunidad de Madrid, tras pasar por Lleida y Zaragoza consolida su estilo pop-rock que trasladará mañana a Granada y el día 18 a Córdoba.

"Con la prudencia que se debe tener, he de decir que estoy limpio, llevo cinco años fuera de las drogas", ha confesado en el concierto un Melendi que asegura estar transformado, más maduro y sereno tras el incidente que provocó en un avión en 2007.

Además, cuenta con el apoyo de un público entregado con el nuevo disco, que en su gira de promoción está logrando colgar el cartel de no hay entradas en conciertos como el de Bilbao, Pamplona o Santander y que hoy ha rozado el lleno, en el aforo de hasta 15.000 personas con que cuenta el pabellón madrileño.

En un Madrid con tono festivo que celebra San Isidro, nuevos y viejos temas del cantante se han confabulado para hacer vibrar a un público entusiasta que durante dos horas y cuarto ha abarrotado el Palacio de los Deportes y que no estaba dispuesto a dejar pasar al músico sin su correspondiente baño de multitudes.

Con un pabellón que clamaba la presencia del cantante sobre el escenario, Melendi hizo aparición con "Tu lista de enemigos", que provocó el estallido de los espectadores cuando el músico asturiano se introdujo en la pasarela que lo dejaba prácticamente en los brazos de sus fans, continuando sin dar un respiro con "Aprendiz de caballero" y "Piratas del Bar Caribe".

El Melendi comprometido, que lucha contra la injusticia, se abrió hueco entre canciones de amores y desamores cuando interrumpió la canción "Por amarte tanto" para condenar la violencia infantil a través de su nuevo tema "La Tortura de Lyss" que emocionó no sólo al público, sino al propio cantante que según gesticulaba, "se le ponían los pelos de punta", "es una canción que tengo que pasar cuando voy con mis hijos en el coche", ha asegurado, mientras la audiencia le ovacionaba.

La denuncia social volvió poco más tarde, en este caso para condenar la hambruna infantil con "Cuestión de prioridades", a lo que le siguieron temas más banales, pero exitosos como "Autofoto", "De pequeño fue el coco" y "Calle La Pantomima".

Las baladas llegaron con una bonita puesta en escena, en la que un piano apareció al frente de la pasarela en "Cheque al portador". Con un pabellón receptivo, llegó el momento de las confesiones del músico: "he tenido problemas con las drogas desde que fui muy joven, me metí por complejos, por inseguridades,.." reconocía el cantante dirigiéndose a sus padres que asistían al concierto.

Los hits de su nuevo disco no podían esperar más y de forma consecutiva y sin pausa, el público saltó con "Lágrimas desordenadas" y "Jardín con enanitos" de su nuevo álbum, y grandes éxitos del pasado como "Barbie de extrarradio", a lo que le siguió un coro góspel que entonaba "De repente desperté" poniendo así fin al concierto.

Para los bises, tan reclamados por el público se reservó "Violinista en el tejado", "Con solo una sonrisa", "Canción de amor caducada" y "Billy y el pistolero".

Tras esta parada en Madrid, el Melendi maduro y sin rastas, que se sincera ante el público continuará en Andalucía su gira "Lágrimas desordenadas", consolidando su cambio estético y personal que parece encandilar al público.

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