Una chica india y sola sobrevive en la industria discográfica

  • El sello británico Rocket Girl lleva catorce años en activo dirigido, en solitario, por una mujer de desbordante pasión musical: Vinita Joshi.
Vinita Joshi, jefa de Rocket Girl, oteando el panorama musical.
Vinita Joshi, jefa de Rocket Girl, oteando el panorama musical.
Rocket Girl
Elena Cabrera

Vinita Joshi es una chica encima de un cohete. Pero no imaginemos un blanco y costoso aparato de la Nasa, sino una nave espacial de dibujos animados, con un ojo de buey y dos llamas propulsoras.De fondo, y entre los planetas, suena esa música que dimos en llamar, en los años 90, space-rock, una alucinada psicodelia espacial que hizo soñar a los indies con galaxias lejanas. Y de eso tuvo bastante culpa Vinita Joshi.Vinita es pequeña y morena, de piel oscura. Sus rasgos indios son ineludibles. Siempre sonríe desde sus vivaces ojos oscuros como pozos, algo raro para una londinense, algo extraño para llevar catorce años luchando para no caerse del cohete.

La historia de Vinita Joshi es la de una chica, en solitario, al frente de uno de los sellos británicos independientes más respetados de la escena musical para el que han grabado grupos como Piano Magic o A Place To Bury Strangers: Rocket Girl. Así que no es una historia nada fácil. "La primera vez que me mudé a Londres era una chica tímida con muy poca experiencia", recuerda Vinita sobre los tiempos anteriores a fundar su actual empresa, cuando dirigía los míticos sellos Cheree y Ché (donde grabaron Tindersticks y Ururei Yatsura). "Teníamos unos patrocinadores que invertían en Cheree y, en las reuniones, me pedían que me fuera y les trajera unas tazas de té. Me trataban como a una chica estúpida que no tenía necesidad de estar en las reuniones", rememora. "Cuando eres joven y eres mujer es realmente duro porque la gente no te toma en serio, y aún peor siendo una mujer india, donde nunca fue culturalmente fácil salir, ir a ver a grupos y perseguir mis sueños".

Ha editado casi 80 discos, incluyendo vinilos de diferentes tamaños y cedés, entre los que también hay que recordar los de Robin Guthrie en solitario (Cocteau Twins), Television Personalities o Gnac (mitad en The Montgolfier Brothers).

Tener un sello parece algo bonito y en todas partes del mundo hay un fan que sueña con hacer un Factory, un Sub Pop, un Creation o un Domino. Lo mejor, uno supone, es sentirse parte del grupo, ser como de la familia. Aunque precisamente ahí, nos cuenta Vinita, está lo peor de montar un sello. "Trabajar con algunos grupos es algo increíblemente difícil, con frecuencia son desagradecidos, llaman a cualquier hora y esperan de ti que seas mucho más que un sello, lo cual ha sido muy estresante para mí". Ahí no acaban las cosas malas: "también la falta de atención sobre algunos discos ha sido muy descorazonador, la falta de dinero para que los grupos pudieran pasar a sellos más grandes o no ser capaz de competir con otros sellos para evitar que los grupos se vayan con ellos". Por no hablar de ser la única persona en el sello y tener que trabajar estando enferma, como la gripe que la tenía tumbada mientras realizamos esta entrevista. "Yo soy Rocket Girl", afirma Vinita. Solo ella. Después de algunas experiencias negativas en sus sellos anteriores, la jefa se vio incapaz de delegar. De todas formas, tampoco se podía permitir contratar a nadie. Hoy por hoy, el sello le da "para sobrevivir", aunque sacrificando tiempo para combinarlo con otros trabajos como la consultoría, el management de grupos o la venta por correo.

El peor momento del sello tuvo lugar en 2002, precisamente uno de los años de mayor productividad, con lanzamientos de Füxa, Pluxus, Mazarin o Coldharbourstores. "Tenía cinco bandas de gira, todas sacaban disco y esperaba que pasara algo grande. Pero no ocurrió nada… y me quemé".

Después de esa debacle Vinita se quedó sin ánimos y sin dineros. Pero tenía algo: un montón de deudas. Así que decidió irse a trabajar a Bella Union, la discográfica de Robin Guthrie y Simon Raymonde de Cocteau Twins. Allí pasó dos años y medio, recuperándose, y editando de vez en cuando algún disco con el sello de la chica sobre el cohete.

En 2006 llegó la verdadera resurrección, con los discos de God Is An Astronaut y el propio Robin Guthrie pero, cuando vio que no era capaz de sacar tantos discos como ella quería, volvió a poner el sello en un segundo plano para hacer un máster en la universidad sobre dirección de empresas musicales. Un tiempo en el que también estuvo trabajando de consultora para One Little Indian, el sello al que Björk ha confiado toda su carrera y Fat Cat, la casa de Sigur Rós o Animal Collective.

2009 y 2010 han sido grandes años para Joshi, que ha respaldado la carrera del grupo neoyorquino A Place To Bury Strangers en Europa, la banda que más alegrías le ha proporcionado.

Para celebrar la supervivencia se ha editado un doble cedé recopilatorio 3…2…1… A Rocket Girl Compilation, con la historia del sello contada en 27 canciones.

Existen algunos sellos comandados por mujeres, pocos, y aún menos de la pervivencia, independencia y calidad de Rocket Girl. No obstante, chicos y chicas fans de la música indie, Vinita Joshi tiene un mensaje para vosotros: "si creéis en un grupo y tenéis tiempo, energías y recursos financiertos, entonces id a por ello, pero preparaos para un arduo camino, ¡no es nada fácil!".

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