Una de romanos a la europea y ambientada en Escocia

"Un western, en Escocia, en el siglo II y con romanos". Así es para Kevin Macdonald su última película, 'La legión del águila', que se estrenará en España el próximo 8 de abril. Embarcado en el ir y venir que supone una promoción, el director escocés se ha dejado caer por Madrid acompañado de uno de los protagonistas, Jamie Bell. Ambos han analizado todos y cada uno de los detalles de una película de romanos que dista mucho de ser un producto típico del género.

Partiendo de la base de que no es muy habitual ver una película de romanos estrenarse en las salas de hoy en día–'Gladiator' y 'Ágora' son casos muy particulares–, 'La legión del águila' recupera un género prácticamente perdido, lo reinventa y lo actualiza. En esta, como señala el propio director, los romanos no tienen acento británico, sino estadounidense. ¿Por qué? Pues porque, según las propias palabras de Macdonald, cuando se hace una película sobre el pasado, esta siempre tiene algo del presente. De ahí que, intencionadamente, en esta historia los romanos tengan acento de EEUU. Después de todo es su cultura la que domina el mundo.

En 'La legión del águila', los protagonistas son dos, uno de cada bando. A un lado, el romano poderoso y dominante, Marcus. Al otro, el esclavo sometido, Esca. El primero es Channing Tatum. El segundo, Jamie Bell. Dos actores físicamente opuestos. Esa era la idea que tenía desde el principio Macdonald cuando iniciaron la búsqueda del reparto. "Tatum es muy americano y Bell, más europeo", explica. Pero las diferencias entre sus personajes van más allá de las físicas, aunque ambos comparten valores como la lealtad y el honor por encima de todo.

Cada uno representa a una parte del vasto imperio romano, que en esta película vive su ocaso. La lucha del soldado Marcus por recuperar el buen nombre de su familia arrastrará al esclavo Esca, que no tiene más remedio que seguirle al sentirse deudor con él después de que éste le salvase la vida en el circo. Una película de aventuras que poco tiene que ver con las de romanos de toda la vida. De hecho, el director asegura que, pese a que su favorita del género es un clásico como 'Espartaco', la inspiración para 'La legión del águila' la buscó en los western. "Esto es un western, en Escocia, en el siglo II y con romanos", dice medio en broma y medio en serio.

Distinta, desde luego, es. Tampoco hay chicas. Es una historia de hombres unidos en una amistad un tanto ambigua. Ahí, en la relación entre Esca y Marcus, es donde Macdonald reconoce haber sido menos fiel a la novela de Rosemary Sutcliff. "En el libro, el esclavo era esclavo y el amo, amo". Sin embargo, la que él trasladó a la pantalla es una relación mucho más profunda llegando al extremo de invertir los papeles/. Macdonald leyó el libro cuando aún era un niño y guardaba un buen recuerdo de él, pero para convertirlo en cine quería dar otra dimensión a los personajes de Marcus y Esca. "No es la película que hubiera hecho con 12 años", reconoce.

Un rodaje muy físico y a caballo entre Hungría y Escocia

A caballo entre Hungría y Escocia. Así transcurrió el rodaje de 'La legión del águila'. En Budapest se grabaron las escenas correspondientes a la campiña inglesa. "Alrededor de Londres no hay casi campiña, hay que viajar tres horas para encontrarla", explica Macdonald. Circunstancia que animó al equipo a hacer las maletas y viajar a Hungría, país que el director conoce muy bien. Su abuelo, director de los años 30, era húngaro y ya visitó el país para rodar un documental sobre él.

La parte más dura del rodaje correspondió a las escenas que tenían lugar en las Highlands escocesas, situadas al otro lado de ese muro que marcaba los límites del imperio romano. La decisión de rodar en Escocia en el mes de noviembre fue un calvario para los protagonistas. "Fue demasiado", recuerda Bell al tiempo que resopla. "Nunca antes tuve la sensación de poder morir en un rodaje", bromea el joven actor que saltó a la fama por su papel protagonista en 'Billy Elliot'. Recuerda que la peor escena es la que transcurre en un río. Solo pudo repetir sus tomas un par de veces porque los signos de hipotermia empezaron a hacer mella en él. "A veces no era Esca el que intentaba hacer algo, sino Jamie", reconoció.

Además, para esta película Bell tuvo que aprender a manejar la espada y superar uno de sus mayores miedos, montar a caballo. "Durante 10 años me las había arreglado para no hacer ninguna película en la que tuviese que montar", explica. Sin embargo, para participar en 'La legión del águila' era indispensable. No lo dudó y se apuntó a una escuela de hípica. Con ese humor que le caracteriza y desvelándose como un chico de lo más dicharachero ante los periodistas, Bell contó cómo tuvo que borrarse de la primera escuela por el empeño que tenían en enseñarle a cabalgar con el típico trote británico. Muy elegante, pero poco práctico si vas a participar en una película ambientada en la época romana. Así que cambió de escuela. En dos semanas y después de un inicio un tanto traumático –no debe ser fácil para alguien que tiene miedo a los caballos ver como el que montas sale disparado como una bala en la primera clase– consiguió dominar la monta y estar listo.

Sobre su personaje, Bell explica que se trata de "un chico que lo ha perdido todo, su familia, su tribu, sus valores, su libertad… y que tiene que ser esclavo de quienes le han quitado todo". El valor y el honor mueven tanto a Esca como a Marcus. Una historia de amistad entre dos hombres, un tema muy recurrente en la filmografía de Macdonald quien, tras 'La legión del águila', vuelve al documental. Esta vez el objetivo de su cámara será retratar a Bob Marley.