Una década de Mingote dedicada a "El Quijote" en la Sociedad Cervantina

  • Concha Carrón.

Concha Carrón.

Madrid, 18 nov.- Antonio Mingote trabajó durante una década de forma muy intensa en uno de los grandes empeños de su vida, la ilustración de "El Quijote" y ahora el fruto de ese trabajo se puede ver en una exposición de la Sociedad Cervantina, el lugar donde se imprimió la primera edición de "Don Quijote de la Mancha" en 1605.

"Mingote Cervantino: El Quijote ilustrado", patrocinada por el área de Gobierno de las Artes, Deportes y Turismo del Ayuntamiento de Madrid, recorre los episodios más relevantes de la obra cumbre de Miguel de Cervantes, ilustrados por Antonio Mingote.

"Antonio Mingote tenía una auténtica obsesión con 'El Quijote'", según ha señalado a Efe Celia Freijeiro, vicepresidenta de la Sociedad Cervantina, quien ha subrayado que para hacer las más de 600 ilustraciones que hizo el dibujante se tuvo que leer la obra "de principio a fin" y trabajar "capítulo por capítulo" para ver qué parte del mismo quería ilustrar.

Según Freijeiro, la viuda de Mingote, Isabel Vigiola, en cuya casa se guardan celosamente los 600 originales, ha participado activamente en la selección de las 52 ilustraciones en blanco y negro incluidas en la muestra, realizadas por el dibujante desde principios de la década de los 90 hasta 2003.

La muestra, a cuya inauguración asistirán esta tarde el presidente de la Sociedad Cervantina, Luis María Ansón, la alcaldesa de Madrid, Ana Botella, y diversos miembros del Gobierno, reúne así a Miguel de Cervantes y Antonio Mingote, dos figuras imprescindibles de la cultura española, en torno a un lugar emblemático, donde se imprimió el primer ejemplar de la obra.

Fruto de su trabajo de diez años fue la publicación por Planeta, en 2005, de "Don Quijote de la Mancha" ilustrada en cuatro volúmenes, cuyos originales se exhiben ahora en la Sociedad Cervantina, junto con 52 ilustraciones en blanco y negro y 10 en color para la edición infantil de la obra, "Mi primer Quijote".

En la obra infantil, Mingote deja constancia, además de su agudo sentido del humor, de su "gran capacidad para la ternura", según Celia Freijeiro, quien ha relatado que la muestra también incluye una ilustración que hizo el dibujante el día que terminó de ilustrar la obra, un 14 de febrero de 2003, Día de los Enamorados, dedicada por el artista a su mujer.

En la misma aparece Don Quijote con una margarita en la mano y Sancho portando una pancarta con la inscripción "Antonio ama a Isabel", toda una declaración de amor del artista hacia su mujer.

A través de las 62 ilustraciones, el visitante puede seguir el hilo narrativo de "El Quijote", con dibujos que ilustran conocidos pasajes de la obra de Cervantes como "Locura de Don Quijote", "Don Quijote se arma caballero en una venta", "Don Quijote y los molinos de viento" o "El cabrero cuenta la historia de Grisóstomo y la pastora Marcela".

No obstante, la exposición muestra también otras facetas del dibujante, escritor y académico de la lengua, como sus inicios en prensa en 1946, cuando comienza a colaborar con la revista La Codorniz, o su posterior y fructífera relación con ABC desde 1953, que se mantendría hasta su fallecimiento en 2012.

Asimismo, se da cuenta también de la censura franquista que sufrió el dibujante a lo largo de su vida profesional, en la que muchas viñetas y chistes fueron censurados, así como también de un momento trascendente en su carrera, su ingreso en 1987 en la Real Academia, momento del cual la muestra recoge dos viñetas realizadas por el humorista para la institución.

También está recogida una de las facetas menos conocidas de Mingote, la de pintor, en un apartado en el que se muestran sus plumillas, tubos y pinceles e incluso las gafas que el artista utilizaba para realizar sus lienzos, de los que se exhibe, en un caballete, el último en el que estaba trabajando.

Fotografías e ilustraciones dedicadas a Isabel Vigiola, su compañera y figura fundamental en su vida, así como otras colaboraciones suyas con Correos -con sellos, cartas y tampones con sus ilustraciones- o con la Lotería Nacional, cierran la exposición, que acaba con una serie de autorretratos del artista.

"Queríamos que fuese algo personal, que hiciese las veces de homenaje a una figura muy relevante de la cultura española", asegura la vicepresidenta de la Sociedad Cervantina, quien subraya sin vacilar que "sin duda" le daría a Mingote "la medalla de cervantista".

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