Una exposición homenaje a Echauz reúne sus obras contra la opresión

Madrid.- Las obras que Francisco Echauz pintó en los años del franquismo, en los que la figura humana aparece oprimida por cremalleras, tornillos o cinturones, cobran de nuevo actualidad como símbolo de la angustia del hombre en la exposición homenaje que le dedica la Facultad de Bellas Artes, de cuya creación fue artífice.

Antonio Bonet Correa, director de la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando, recuerda en el catálogo editado con este motivo que Francisco Echauz (Madrid 1927) pertenece a la generación de pintores que en 1950 rompió con el arte convencional que oficialmente quería imponer el régimen franquista y logró que el arte español triunfase en la abstracción informalista y geométrica.

Echauz no cedió a la influencia informalista y es un artista independiente, creador de un universo plástico propio e inconfundible, de marcado expresionismo, que recuerda a Bacon en sus figuras distorsionadas fechadas ente 1968 y 1980.

La exposición ofrece también varios dibujos inéditos hasta ahora, fechados en 1968, rostros de una gran ironía y perfección y óleos pertenecientes ya a la libertad de la democracia,que llegan hasta 2006, obras más sosegadas y líricas, de influencia cubista, con paisajes y noches estrelladas.

Los fragmentos de elementos arquitectónicos, balaustradas y columnas, que aparecen salpicados en sus cuadros, a modo de collage, recuerdan al visitante los años que el artista pasó en la Academia de España en Roma, ciudad en la que vivió varios años y en la que se casó.

Antonio Gamoneda, autor de una monografía sobre Echauz,destaca su optimismo formal (pureza de color, equilibrio compositivo) y su pesimismo crítico, de los que surge como síntesis la belleza que participa del sufrimiento.

Echauz fue catedrático de Dibujo y Decano de la Facultad de Bellas Artes y desde 1998 es Profesor Emérito;su obra está en numerosos museos, como el Reina Sofia, el Bellas Artes de Bilbao o la Fundación Gulbelkian de Lisboa.