Una imaginación desbordante, un rasgo común de las ganadoras del Premio Edebé

  • Madrid.- Si algo tienen en común Susana Vallejo y Edna López es una imaginación "desbordante" desde su infancia, que ambas se han preocupado en cultivar ya de mayores, y que les ha llevado a ganar la última edición del Premio Edebé de Literatura Juvenil e Infantil.

Una imaginación desbordante, un rasgo común de las ganadoras del Premio Edebé
Una imaginación desbordante, un rasgo común de las ganadoras del Premio Edebé

Madrid.- Si algo tienen en común Susana Vallejo y Edna López es una imaginación "desbordante" desde su infancia, que ambas se han preocupado en cultivar ya de mayores, y que les ha llevado a ganar la última edición del Premio Edebé de Literatura Juvenil e Infantil.

Edna López (Tenerife, 1977) asegura, en una entrevista con Efe, que no sabía dónde se metía cuando se presentó al Premio Edebé con su primera novela, "En busca del tesoro de Kola", aconsejada por su novio, su "único y primer lector, hasta ahora".

Para Susana Vallejo (Madrid, 1968), en cambio, fue distinto, ya que era la segunda vez que se presentaba al Premio Edebé (la primera, en 2007, quedó finalista) con "El espíritu del último verano", una novela "juvenil, de aventura, diversión y una doble lectura en la que los jóvenes y los adultos van a encontrar cosas distintas", según ha relatado a Efe.

Esta madrileña, afincada en Barcelona desde los 26 años, se declara "impresionada más que sorprendida" por haber ganado el Edebé de Literatura Juvenil, un galardón con el que soñaba por haber reconocido en ediciones anteriores a autores que son para ella una referencia literaria.

Entre esos autores, Vallejo cita a Carlos Ruiz Zafón, Jordi Sierra i Fabra, César Mallorquí e incluso la actual ministra de Cultura, Ángeles González-Sinde en el apartado infantil con "Rosanda y el arte de birli birloque" (2006).

"Pasar a formar parte de esa lista para mí es un sueño", ha dicho la escritora, feliz por poder compaginar su afición a las letras con su papel de madre y su trabajo en una empresa Comunicación.

De "El espíritu del último verano" destaca la nostalgia que desprende y las "potentes imágenes visuales" que transmite, reflejo, según su autora, de un paisaje de su infancia situado en un bosquecillo de robles entre Vidreres y Llagostera (Girona) que, debido a la construcción de una carretera, "ya no existe".

De ese sentimiento de "tristeza" nació la obra ganadora (dotada con 30.000 euros), aunque Susana Vallejo acumula, con tan sólo cinco obras en su haber, cuatro premios importantes, entre ellos el Jaén de Alfaguara, el Internacional de Ciencia Ficción y Literatura fantástica de ediciones Minotauro y el Ictineu.

Entre su producción literaria destaca la tetralogía "Porta Coeli", una saga fantástica-juvenil.

La autora huye de la etiqueta de literatura juvenil que no puede ser leída por adultos, y señala que si ahora publicasen Julio Verne, Salgari o Alejandro Dumas, los grandes clásicos de la aventura, "sólo publicarían en colecciones de juvenil, y a todos nos gusta leerlos".

A pesar de su juventud, Edna López sigue de cerca los pasos de Vallejo en cuanto a premios se refiere, ya que a pesar de su escasa producción publicada cuenta ya en su haber con el prestigioso Premio Edebé en el apartado de Literatura Infantil y el Premio especial de Integración de Tudela por un cuento.

Esta tinerfeña reconoce que tiene a su familia "loca" por culpa de su imaginación, que le ha servido para escribir desde que tenía sólo diez años, aunque ha sido su primera novela publicada, "En busca del tesoro de Kola", la que la ha conducido al éxito.

Su principal inspiración al escribir la obra premiada fue "tener la cabeza llena de pájaros", hecho que llevó a esta abogada y estudiante de Antropología a interesarse por los legendarios "discos de Phaistos", su enigmático lenguaje y sus grabados originales, sobre los que existen multitud de leyendas.

La obra premiada por Edebé es de corte fantástico, aunque el Premio de Integración de Tudela se ha otorgado a un cuento social, "basado en la realidad tangible" de los niños que cruzan el Estrecho en busca de nuevas oportunidades lejos de su hogar.

Aunque Edna López sueña con seguir escribiendo, en el futuro no quiere dedicarse sólo a la literatura y su carácter inquieto la lleva a plantearse, además, nuevos retos que pasan también por su gran afición por la antropología y la arqueología.

Concha Carrón.

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