Una noche de fiesta "folk" con los hermanos Coen

  • Mateo Sancho Cardiel.

Mateo Sancho Cardiel.

Nueva York, 30 sep.-  Los hermanos Coen oficiaron anoche una emocionante ceremonia de música folk estadounidense en el concierto "Another day, another time", plagado de estrellas del cine y de la música desde John Goodman a Patti Smith y Joan Baez, que se alargó con una fiesta posterior en el hotel Bowery de Nueva York.

El concierto, a medias promoción y complemento de su nuevo filme, "Inside Llewyn Davis", que recorre con el humor peculiar de estos hermanos de Minesota el renacer de la música folk en los 60 en el Greenwich Village de Nueva York, llenó el histórico Town Hall de la ciudad de banjos, guitarras, violines y contrabajos, y un encuentro entre voces nuevas y antiguas.

"No lo olvidéis: usad vuestras voces", gritaba la incombustible Patti Smith después de cantar con casi todos los músicos presentes "People have the power". Era, junto con Joan Baez y Elvis Costelo, la gran representante de lo pretérito. Esa música de "otro día, otro tiempo" que reivindica el filme.

Pero los hermanos Coen, Joel y Ethan, si bien en la película que estrenarán en las próximas semanas hablan del perdedor, quisieron rebatirse a sí mismos con el triunfo artístico de un género con patrimonio lírico apabullante y vigencia musical sorprendente, como quedó demostrado con las sobrecogedoras interpretaciones de grupos emergentes como Milk Carton Kids, Secret Sisters o Lake Street Dive.

Entre la parroquia que acudió religiosamente a este concierto estaban Julianne Moore, Paul Rudd o Jesse Eisenberg. Además, el reparto de "Inside Llewyn Davis" casi al completo, con John Goodman, Carey Mulligan y, sobre todo, el protagonista y excelente cantante Oscar Isaac, que interpreta a un sosias de Dave Van Ronk en el filme, a la cabeza.

Faltó, en cambio, Justin Timberlake, que tiene un pequeño papel en un filme cuyas canciones, ninguna original, sonaron esta noche sin la ironía del contexto que tienen en la película.

Anoche, los Coen encendían su lado mas melómano y grababan un documental con imágenes de este concierto de más de tres horas y media, en el que no faltaron astros del folk contemporáneo como Jack White o Marcus Mumford y nombres no tan conocidos pero que resultaron un descubrimiento, como los Punch Brothers, los Avett Brothers o Gillian Welch.

Canciones de borrachera, dudosos himnos a la patria, cantos casi espirituales al porvenir. El "folk" sonó de maravilla sin ningún tipo de artificios bajo la dirección de T Bone Burnett, el mismo que ayudó a los Coen a abordar la música de otra de sus películas, "O Brother", y convirtió su banda sonora en un disco de cabecera de los amantes de la música estadounidense.

Pero a pesar de la belleza transmitida desde ese escenario, apenas adornado con seis alfombras y un trajín de micrófonos, percusión y cuerda, el espíritu del "folk", que al fin y al cabo se refiere y se debe al pueblo, a la transmisión oral y a su reinvención constante en cada casa y en cada familia, se vivió de verdad en la fiesta posterior al concierto.

En el hotel Bowery, en una terraza ajardinada regada con vino y champán y con la energía repuesta por la abundante comida, comenzó la verdadera interacción entre los artistas, la improvisación y el público.

Joan Baez, a sus 72 años, tomó la iniciativa y cantó sin micrófono, bailó y poco a poco se fueron sumando Rhiannon Giddens y T Bone Burnett, mientras sentada seguía con pasión la sesión Frances McDormand, actriz y mujer de Joel Coen.

El círculo se fue ampliando hasta que todo el mundo cantó a coro "The Night They Drove Old Dixie Down", la canción que The Band, la banda de Bob Dylan, grabó con la que fuera su amante, la propia Baez. Y así, al aire libre, bajo las estrellas y pasada la medianoche, el mundo del "folk" volvía a ser una gran familia.

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