Las Palmas de Gran Canaria.- A medio camino entre el humor y la música Les Luthiers presentan estos días en Canarias su espectáculo "Los premios Mastropiero", una sátira sobre galas como la de los Oscar en la que el grupo argentino ironiza con su ingenio característico.
En una suerte de vodevil descabellado, dos de los cinco componentes del grupo, Daniel Rabinovich y Marcos Mundstock, presentan sobre el escenario las diversas categorías de los premios y personajes, a cada cual más disparatado, mientras incurren en equívocos y dislates, explicó hoy Jorge Maronna, otro de Les Luthiers durante una rueda de prensa en Las Palmas de Gran Canaria.
El compositor por antonomasia del grupo, Mastropiero, domina el espectáculo con varias obras, como "Valdemar y el hechicero", en el que un príncipe trata de rescatar a su amada, secuestrada en un castillo, y, aunque para su hazaña cuenta con la ayuda de un mago, sus planes se van al traste de la manera más insospechada.
Otro de los números más aclamados es el de "Ya no te amo, Raúl", un bolero pensado para que lo cante una mujer, a la que finalmente sustituye un hombre, lo que da lugar a todo tipo de equívocos y situaciones hilarantes.
En "Los premios Mastropiero" Les Luthiers recurren por primera vez a un idea central alrededor de la que gira toda la función, en la que presentan un nuevo instrumento: el alambique encantador, indicó Maronna, "porque encanta".
Este ingenio musical de viento, de gran tamaño y vivos colores, necesita ser tocado por tres músicos a la vez y está formado por tres secciones.
La primera de ellas, la más aguda, consta de once copas de acrílico que al ser frotadas emite un sonido similar al de una copa de cristal.
La segunda sección del alambique encantador la componen ocho botellas de plástico sumergidas en agua por cuyo cuello sale el líquido a través de unas lengüetas de acordeón.
Por último, la tercera sección la componen cuatro grandes botellones que mediante un mecanismo idéntico al de las botellas generan las notas más graves del instrumento.
El humor de Les Luthiers, "inteligente y elaborado, hace matarse de risa a mucha gente en un teatro", mérito principal del grupo, según Marcos Mundstock, quien destacó el diálogo y los comentarios sobre el espectáculo que reciben del público, aunque "siempre ofrecemos algo que nos guste a nosotros primero".
Tras cuarenta años sobre el escenario, los espectadores saben qué pueden encontrar y qué les espera, "existe una complicidad previa, por lo que no hay sorpresas mutuas", destacó Carlos López.
Les Luthiers ofrecerán diversas funciones de "Los premios Mastropiero" hasta el 30 de marzo en Las Palmas de Gran Canaria, desde donde viajarán a Santa Cruz de Tenerife, para volver desde allí a Argentina.
En su país representan actualmente "Lutherapia", un espectáculo posterior al que ofrecen ahora en España y que llegará a nuestro país el año que viene.
"Siempre es así, en Argentina siempre vamos uno por delante", recordó Marcos Mundstock.
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