Única esperanza para superar crisis española está "en la calle", dice Ovejero

  • El escritor José Ovejero afirmó hoy que la crisis que sufre España ha puesto en evidencia a un país "corrupto a todos los niveles" y señaló que solo se superará "en la calle", con "la gente haciendo presión para que cambien cosas".

Alberto Cabezas

México, 17 jun.- El escritor José Ovejero afirmó hoy que la crisis que sufre España ha puesto en evidencia a un país "corrupto a todos los niveles" y señaló que solo se superará "en la calle", con "la gente haciendo presión para que cambien cosas".

"Últimamente voy a una manifestación y me da igual cuál sea, me parece que tengo que manifestarme, que todo merece mi apoyo en estos momentos. Yo, que he desconfiado mucho de las manifestaciones y ahora mi esperanza está en la calle, en los movimientos extraparlamentarios", explicó el escritor en entrevista con Efe.

Ovejero (Madrid, 1958) se encuentra en México como parte de una gira que le trae a América Latina para presentar su novela "La invención del amor", con la que se hizo acreedor en marzo pasado al XVI Premio Alfaguara.

Admitió que la obra está construida partiendo "un poco de esa atmósfera que hay ahora (...) de miedo al futuro, de un momento en que la gente siente que no puede tomar decisiones, de que ya están tomadas por otros, de que lo mejor que te puede pasar es que no te pase nada".

"Eso es muy triste para un país cuando esa es tu manera de vivir: que no me pase nada", agregó el ensayista y poeta español, quien cree que actualmente se puede hablar de "miedo" en su país.

La coyuntura es particularmente dolorosa porque "se descubre con cierta vergüenza" que España ha vivido en "un engaño", y que , si bien algunos lo ponían como un "ejemplo de democracia", en realidad primaba la corrupción y "no había una riqueza real detrás", indicó.

El autor del poemario "Biografía del explorador" (1994), la novela "La comedia salvaje" (2009) y el ensayo "La ética de la crueldad" (2012) se cuenta entre los ciudadanos que profesan una "desconfianza absoluta de la clase política y empresarial" que enfrenta el "desconcierto" de pensar "de esto no nos saca nadie".

"Todos criticamos a ciertos actores, pero todos somos cómplices. Reconocer esa complicidad es muy difícil", señaló Ovejero, un convencido de que "no son solo los otros los culpables".

El escritor se reconoce expectante por presentar en Latinoamérica un libro que cuenta la historia de un hombre de más de 40 años escéptico con el amor y el compromiso, pero que por un azar se inventa una relación ficticia con una mujer que no conoce, Clara, y que acaba de morir.

Samuel, el protagonista, dará a partir de entonces rienda suelta a su imaginación, calla acerca de quién es y reinventa su relación con los demás y empieza a ser "alguien de verdad" y a tomarse "en serio el amor, y sus propias necesidades y sus propios deseos".

Para Ovejero, una novela como la que ha escrito presenta ante todo una "visión antisentimental" del amor, que reniega de ritos, convenciones e idealizaciones en torno al mismo, tan presentes, por ejemplo, en la música mexicana, "tremendamente romántica y sentimental".

"De lo que se trataba era de intentar ver cómo puedes escribir sobre el amor hoy día después de todo lo que se ha escrito. De un tema que está tan agotado, que es tan repetitivo, ¿se puede escribir de otra manera y comunicar otras cosas?", se preguntó.

Convencido de que "el amor no es prescindible" para las personas, aunque sí lo es esa sentimentalidad que lo envuelve, confió en que llegue bien a sus lectores este libro, que está más dirigido "para todos los públicos" que los que ha escrito hasta ahora.

Sobre el Premio Alfaguara, confesó que lo que más le gustó escuchar fue que el jurado considerara que en el libro estaba presente "la fuerza transformadora de la imaginación y su capacidad para construir nuevas existencias".

"Al final, cuando te preguntan '¿sirve de algo la literatura?, esa es la respuesta: la ficción sirve (...) no para escapar de la realidad, para esconderse de ella, eso lo hace la mala ficción, sino para ponernos en contacto con la realidad", afirmó.

"Un libro no cambia el mundo, no cambia ni siquiera Madrid, pero toda esa combinación de buenas ficciones lo que hace al final es volver a la gente más consciente de quiénes son y del mundo en el que viven", agregó.

Tras visitar México, el escritor madrileño recalará en Guatemala, Ecuador, Venezuela, Argentina, Uruguay, Chile, Perú y Colombia con la novela.

Mostrar comentarios