Un día de compras en Uniqlo, el 'Zara' caro en la zona más vip de Madrid

Uniqlo
Uniqlo

Madrid ya tiene su Uniqlo. Este jueves 17 de octubre, la marca japonesa que ya tiene dos tiendas en España llegaba a la capital después de varios años intentado dar con el lugar idóneo para ubicar su establecimiento. Y vaya si lo encontró. La compañía ha puesto sus pies en Madrid en plena 'Milla de Oro', con una tienda de cerca de 1.600 metros cuadrados en la calle Goya, donde antes estaba el mítico Jardín de Serrano. 

La marca, que quiere competir de tú a tú con Inditex con su apuesta por prendas básicas de calidad a precios 'democráticos' -que no baratos-, se estrenaba con un lleno: la cola de la caja llegaba hasta la puerta. Los curiosos se agolpaban en la puerta haciendo fotos y hablando de lo que podían encontrarse en su interior

Y en su interior lo que había eran más personas, aunque algunas se limitaban solo a curiosear. ¿Qué ofrece esta marca que difiere de lo que ya se conoce en el sector del 'low cost'? Para empezar, no podemos calificar a Uniqlo de marca de precios bajos porque, aunque hay prendas por 20 o 30 euros, la mayoría se mueve en el entorno de los 60 euros -las prendas más caras alcanzan cerca de los 200 euros-. Además, se trata de prendas que no tienen absolutamente nada de tendencia. Básicos de todo tipo para todas las tallas y las edades. Jerseys, pantalones, calcetines, gorros, camisas, chaquetas y, por supuesto, sus famosas parkas impermeables con tecnología que guarda el calor hasta a 10 grados bajo cero.

Todo ordenado de forma tan pulcra que más que una tienda de moda parece un almacén. Nada está desdoblado ni tirado por el suelo y hay decenas de armarios y baldas con prendas prácticamente clónicas solo diferentes por su color. Vaya, nada que ver con los Zara y compañía, donde reina un cierto caos que es de sobra conocido por los consumidores. La decoración de Uniqlo es minimalista: suelos de madera y muebles blancos. Pero ha hecho un especial homenaje a Madrid con un imponente mural del artista Gonzalo Muiño que simboliza a un chulapo y a dos jóvenes saliendo del metro. Sin duda, imágenes que representan muy bien el espíritu de la capital.

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El mural de la tienda es obra de Gonzalo Muiño / La Información

Además, cuenta con un escalera de caracol para bajar a la segunda planta -solo tiene dos- decorada también con pinturas colgadas en marcos. Ese es el único toque de color que se permite la marca, además de los luminosos que tiene repartidos por la tienda con las palabra 'SOSTENIBILIDAD', otra de sus señas de identidad. El ambiente también dista mucho de las tiendas habituales; la música disco se sustituye por ritmos 'chill-out' a volumen bajo, para que no interrumpan las conversaciones. Y los dependientes no son adolescentes que tienen un trabajo parcial para sacarse algo de dinero; son jóvenes mayores de 25 años que, además, hablan perfectamente inglés. Incluso entre ellos

Jubilados de clase acomodada y turistas en busca de 'gangas'

Solo hay que ver la clientela que hay en Uniqlo para darse cuenta de que esto no es Zara ni H&M -que es la firma de este segmento que más se parece a la japonesa por su propuesta de moda más básica en ciertas líneas-. A mediodía de este jueves, la mayoría de las personas que abarrotaban la tienda eran de mediana edad -de 45 años en adelante- procedentes de las calles adyacentes al establecimiento. Es decir, personas de clase media-alta del barrio de Salamanca muchas de las cuales ya están jubiladas que han encontrado 'al lado de casa' su propio Zara. El Zara que les representa.

Los jerseys de cuello de cisne de cashmere, los pantalones de pinzas, los chalecos de plumas y las camisas que conforman el vestuario principal de la gente bien es justo lo que van a encontrar en Uniqlo. Y a precios asequibles a bolsillos más abultados. Esta semana, por ser la apertura, hay una promoción especial en algunas prendas por la que se descuentan 10 euros del precio original. Por ejemplo, los jerseys de cashmere cuestan 89,90 euros frente a los 99,90 originales. Además, los empleados aseguran que cada semana suele haber promociones, por lo que la firma japonesa también tira de los descuentos permanentes que reinan en el sector textil para atraer clientes.

Entre tantos señores de bien podemos encontrar turistas internacionales, uno de los motivos por los que Uniqlo ha elegido ese enclave para abrir su tienda. Por supuesto, había chinos pero también otros de lengua inglesa y de diferentes países asiáticos. También había mamás con carritos de bebé y algún que otro joven del barrio, pero muy pocos. Uniqlo no es la tienda más idónea para adolescentes ávidos de tendencias a buen precio. 

Las colas para pagar llegaban hasta la puerta del establecimiento. Incluso había empleados portando carteles que decían 'Fin de la cola' para indicar a los clientes donde tenían que situarse para esperar su turno de pasar por caja. Eso sí, a pesar del 'llenazo', nada que ver con la inauguración del Primark que prácticamente colapsó la Gran Vía. En Serrano todavía impera la calma y los turnos se guardan escrupulosamente. 

Así, con sus letreros de 'Hola Madrid' y 'From Tokyo to Madrid' en el escaparate, Uniqlo ya ha conquistado un territorio en España que era crucial para la marca. Aunque apuesta por una expansión ordenada y sin prisas, esto supone su intención de tener más peso en nuestro país y ganar posiciones frente a su rival el gigante gallego, manteniendo su filosofía y apuesta por la ropa que nunca pasa de moda, totalmente al contrario que Zara y demás.

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Escaparate de la tienda de Uniqlo en Madrid / La Información
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