Unos "condes" de lujo para la "españolísima""Bodas de Fígaro" de Sagi

  • Madrid.- Al público del Real le va a costar entender por qué el conde de Almaviva "marea con otras" en la reposición de la "españolísima" versión de Emilio Sagi de "Las bodas de Fígaro" porque su "esposa", Annette Dasch, es tan atractiva como él mismo, Nathan Gunn. Dos voces "high-level" en dos físicos "top".

Unos "condes" de lujo para la "españolísima""Bodas de Fígaro" de Sagi
Unos "condes" de lujo para la "españolísima""Bodas de Fígaro" de Sagi

Madrid.- Al público del Real le va a costar entender por qué el conde de Almaviva "marea con otras" en la reposición de la "españolísima" versión de Emilio Sagi de "Las bodas de Fígaro" porque su "esposa", Annette Dasch, es tan atractiva como él mismo, Nathan Gunn. Dos voces "high-level" en dos físicos "top".

"No estamos mal del todo", bromean en una entrevista con Efe la soprano alemana y el barítono norteamericano, que debutan mañana en el coliseo madrileño con la reposición de esta coproducción del Real, la Asociación Bilbaína de Amigos de la Ópera (ABAO), el Teatro Pérez Galdós, de Las Palmas de Gran Canaria y el Teatro Nacional de Ópera y Ballet de Lituania.

Sagi volvió al Real, del que había sido director artístico entre 2002 y 2005, en 2009 con este "luminoso, hiperrealista e inspirador" montaje, al que dedicó más de dos meses de preparativos, pero en esta ocasión sólo ha dispuesto de cuatro días para ensayar con el elenco porque está trabajando con Riccardo Muti en "I due Figaro", que se estrenará el próximo día 10 en el Festival de Salzburgo.

"Estamos muy cansados porque los ensayos con Sagi han sido intensísimos. Hemos tenido que concentrar en cuatro días todos los matices cantando sin parar y eso es muy duro para la voz pero no había otra forma de encajar las agendas", relata Gunn (South Bend, Indiana, 1970).

También están cansados, admiten, porque lo de España "es mucho". "Aquí la gente sale a la calle cuando en Alemania llevan ya una hora en casa preparándose para irse a la cama", se ríe Dasch (Berlín, 1976), que, "encima", tiene una obra debajo de la ventana de su hotel.

"El estilo de vida en España es realmente otra cosa, sobre todo si vive uno en la Puerta del Sol", ironiza Gunn, que, a pesar del "fin de semana continuo" que vive la capital, se declara "devoto" de la "energía" que desprenden sus habitantes.

En la preparación de sus papeles han tenido que "calibrar" con Sagi cada detalle, cada cambio de esta "ópera extenuante", especialmente para ella porque tiene que estar "todo el tiempo" -la función dura casi cuatro horas- en escena, sin que haya forma de tomar distancia "ni vocal ni anímicamente".

Gunn, que tiene que estar también "muy concentrado", encuentra, sin embargo, que su papel es "muy cómodo" y "llevadero".

Ninguno tenía "noticia" de los montajes de Sagi y da la casualidad de que los dos iban a cantar en la versión de "Cosi fan tutte" con Juan Diego Flórez que había programado el anterior intendente del Real, Antonio Moral, para esta temporada.

Aquella producción se "cayó" por "distintas razones", entre ellas la negativa del tenor peruano a actuar con Gerard Mortier al frente del coliseo, y lo sustituyó "Las bodas", resumen sus protagonistas.

"No se si esta es la versión más española lo que sí puedo decir -precisa Dasch- es que cuanto más al sur de Europa vas, más tradicional es la producción".

"Sabemos que la ópera es en Sevilla y la escena y los vestidos no dejan lugar a duda, pero yo tampoco se si es la más española. Sólo había cantado otra vez en España, en Bilbao, y allí no entendí nada", contribuye el tenor.

La versión de Sagi es "pura Sevilla", con escenografía de Daniel Bianco, y trajes goyescos de Renata Schussheim que resaltan la diferencia de clases tan importante en el desarrollo de la trama de esta genial ópera buffa en cuatro actos, que dirige en el foso Víctor Pablo Pérez.

Gunn y Dasch tienen mucha experiencia en el repertorio pero también en música contemporánea.

"Cada una tiene sus ventajas y desventajas: la contemporánea es muy buena para el cerebro porque te desafía y también es fascinante ser tú el primero que lo cantes, pero con buenas piezas como ésta siempre descubres algo nuevo", revela Dasch.

"La buena música es intemporal. Gente cono Annete y yo, que trabajamos ya en un muy alto nivel, siempre tendremos responsabilidad con la música y debemos darle vida descubriendo cosas nuevas en ella", añade Gunn.

Concha Barrigós

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