Urbizu dice que Coronado y él se "han tirado a la piscina" en "No habrá paz para los malvados"

  • Valladolid.- El guionista y director bilbaíno Enrique Urbizu, que ha acabado el rodaje de "No habrá paz para los malvados" hace sólo dos semanas, tiene la sensación de que el protagonista de la película, el actor José Coronado, y él mismo se han tirado "a la piscina" con un proyecto "súper arriesgado".

Valladolid.- El guionista y director bilbaíno Enrique Urbizu, que ha acabado el rodaje de "No habrá paz para los malvados" hace sólo dos semanas, tiene la sensación de que el protagonista de la película, el actor José Coronado, y él mismo se han tirado "a la piscina" con un proyecto "súper arriesgado".

En una entrevista con Efe, antes de participar en el Curso de Cinematografía de la Universidad de Valladolid, Urbizu ha anticipado que el personaje de Santos Trinidad que ha retratado Coronado es "una bestia peligrosa y sin control", que atraviesa un "camino de expiación", en un trabajo "muy sólido y muy serio" del actor, que ya le acompañó en su más exitoso trabajo "La caja 507".

Al hablar de José Coronado, rechaza la idea de "actor talismán", aunque reconoce que se entienden muy bien y valora que se haya "volcado" en este rodaje.

En plena fase de montaje, Urbizu prevé que "No habrá paz para los malvados" se estrenará a primeros de 2011 y aunque se trata de un trabajo "muy honesto", es consciente de que en el cine, como en otras facetas artísticas, es el público el que dicta sentencia sobre las obras, sean o no maestras.

"No depende de nosotros, el trabajo está muy bien hecho, dormimos bien, guste o no guste, pero igual haces una chorrada y te haces rico o haces una obra maestra y no va a verla nadie. Es un problema en el que hay que aprender a no pensar, primero pinta el cuadro y ya veremos si lo vendes. Le ha pasado a todo el mundo", resume Urbizu.

Sobre el contenido del filme, el cineasta se dirige a los "malvados" citados en el título como aquellos que "no hacen lo que deben", son "pecadores, impíos en el sentido bíblico".

"La metáfora de la maldad es no hacer lo que se debe hacer y así se refleja en la película", añade el realizador bilbaíno.

No se plantea el problema de la comparación con su cinta más exitosa, "La caja 507" (2002), porque prefiere ni pensar en esas cuestiones que no dependen del trabajo, sino del público y los medios de comunicación: "Lo mejor es que el estreno te pille pensando en hacer la siguiente".

Urbizu, que formó parte de la directiva de la Academia de Cine durante la presidencia de Ángeles González Sinde -actual ministra de Cultura-, no cree que "se esté volviendo loca y que haya cambiado" por ostentar esta responsabilidad política.

"No la ha cambiado el cargo, he hablado con ella alguna vez porque tenemos una relación de años de amistad, somos colegas de oficio y creo que probablemente saldrá de esta fase tan importante al frente del Ministerio como mejor profesional y persona. Es firme y sólida", ha contestado.

La puesta en marcha de la nueva ley del cine, en opinión de Urbizu, mejora algunas cosas y obliga a situaciones que "entrañan mucha dificultad para la industria", aunque cree que esta circunstancia "es la que hay más o menos en toda Europa, con las aportaciones de las televisiones privadas al bien común".

Sobre esta tesitura, el director vasco reconoce que "hoy hacer determinada película o no depende de ejecutivos de televisión", algo que "ha dado grandes éxitos y algunos fiascos, lo normal".

El "puro márketing" dentro del cine está ahora en la tecnología 3D, en opinión de Urbizu, quien recuerda que esta dinámica ya tuvo su auge en los años 50 y luego "se volvió a apaciguar".

Al apogeo actual del cine en tres dimensiones le más inconvenientes que ventajas, porque aunque reconoce que "una industria sólida puede producir 'Avatar' y cien películas pequeñas", en su opinión se coloca al espectador ante un "artificio" demasiado evidente, que "destruye mucho la sensación de verosimilitud" que debe existir en el cine.

Ante el medio centenar de estudiantes que participan en el Curso de Cinematografía de la Universidad de Valladolid, Urbizu ha asegurado que desde su faceta docente observa una "espectacular cantera" para el cine español, con "mucha vocación, muchas ganas y talento".

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