Valderrama: "No se puede huir de lo que eres"

Javier Herrero.

Madrid, 21 nov.- Dice Juan, hijo de Juanito Valderrama, que "no se puede huir de lo que eres"; por eso, aunque tardó en lanzarse a las arenas de la música "por miedo a las comparaciones", apostó por este mundo y ahora, diez años después, lo celebra con un nuevo disco y un homenaje al tema más popular de su padre, "El emigrante".

Valderrama (Madrid, 1972), que así escogió llamarse artísticamente cuando debutó con "La memoria del agua" en 2002, actualiza con arreglos pop y la colaboración del rapero El Langui esa canción, un símbolo en la España de los años 50 y 60 para "hombres y mujeres que trabajaban a destajo soñando con volver algún día".

Dice en una entrevista con Efe que lo hace "por gusto" y por responder a las múltiples peticiones de público de su generación, que está otra vez repartido por todo el mundo por culpa de la crisis y que le pedía una versión para los emigrantes del siglo XXI.

Es además el "single" con el que presenta "10 años de playback" (Kompetencia Records), un disco en el que recupera canciones -que no descartes- que se quedaron fuera en trabajos anteriores, además de una selección de lo más granado de su producción, como "Ahora te toca a ti", que escribió para Joaquín Sabina, "Canción para mi padre" o "Despierta", que le compuso José Luis Perales.

Sobre el título, defiende que "para que el artista tenga credibilidad, la voz en directo es imprescindible" y añade que "más vale un mal directo que un buen playback".

Dice que "la vida es riesgo" y quizá por ello se empeña en "cambiarse el traje" de continuo e investigar dentro de los límites del flamenco, un estilo en el que se considera un cantante "de la dulzura y la filigrana", además de un lector y oyente versado.

"Me considero un intelectual del flamenco porque he empleado los mejores años de mi juventud en ello, para mí es una fiebre. De joven, yo no sabía quién era Bono (de U2), pero sí el Cojo de Málaga", afirma.

Fue su padre, "el cantaor más sabio que hemos tenido", el que le animó a emprender su camino en el mundo de la música, después de haber ejercido varios años como periodista.

No lo había hecho antes "por miedo a usurpar un terreno que no era mío, a no ser lo suficientemente bueno para ser artista y llamarme Valderrama", añade.

Decidió no ocultar su apellido. "No se puede huir de lo que eres ni de quién eres. Me dije: 'Soy hijo de Juan Valderrama y me parezco cantando a él. Apechuga'".

Afirma que sería un "desgraciado" si alguna vez odiara la sombra de su padre como artista, porque es esa escuela la que le distingue.

Aunque no hace "mucho ruido mediático", sostiene que no le faltan tablas después de tocar en "ferias imposibles" y también en foros de primer nivel como la Bienal de Sevilla, el Festival de la Unión o la Suma Flamenca. Añade que empieza a hacer las cosas "medio decentes", que ahora canta más despacio y con más gusto.

Considera pese a todo que aún no ha alcanzado la cota que su padre soñaba para él y, puestos a soñar, confiesa que aspira a que Paco de Lucía "meta aunque sea una sola nota de guitarra" en algo suyo, a que se realice una película sobre sus progenitores y no descarta acometer en el futuro un libro titulado "Valderrama visto por Valderrama".