Varea confirma su proyección con un triunfo notable en Villaseca de la Sagra

  • El novillero Jonathan Varea se llevó sobre la bocina la tarde de hoy en Villaseca de la Sagra (Toledo) al cortar las dos orejas del sexto novillo de una exigente y variada novillada de Baltasar Ibán, con la que tanto Martín Escudero como Ginés Marín dieron también la talla.

Villaseca de la Sagra (España), 6 sep.- El novillero Jonathan Varea se llevó sobre la bocina la tarde de hoy en Villaseca de la Sagra (Toledo) al cortar las dos orejas del sexto novillo de una exigente y variada novillada de Baltasar Ibán, con la que tanto Martín Escudero como Ginés Marín dieron también la talla.

FICHA DEL FESTEJO.- Novillos de Baltasar Ibán, muy bien presentados, hondos y serios, y de variado comportamiento. Fueron buenos, primero, quinto y sexto; el resto fueron exigentes y complicados.

David Martín Escudero, ovación y ovación.

Ginés Marín, ovación y ovación.

Jonathan Varea, silencio y dos orejas.

La plaza tuvo algo más de media entrada.

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VAREA YA ES UNA REALIDAD

Martín Escudero estropeó con el descabello una buena y templada faena al novillo que abrió plaza, un "ibán" noble y manejable por el pitón derecho, al que recetó muletazos de notable entidad. Con el difícil y desclasado cuarto anduvo firme Martín Escudero en otra labor de importante consistencia por lo mucho que expuso y arriesgó, aunque acabaría pinchando antes de agarrar la estocada definitiva.

Ginés Marín causó grata sensación en su deslucido primero, que apretaba hacia las tablas y se quedaba corto, echando además la cara arriba, y con el que mostró arrojo y muchas ganas. El quinto tuvo motor y emoción en sus acometidas, y Marín lo cuajó a base de gusto, largura y mano baja en una labor de alto voltaje. La espada le privó de alcanzar premio.

Varea tuvo poca tela que cortar en su primero, un "ibán"áspero y con genio, con el que apenas pudo pasar de voluntarioso. En el que cerró plaza, un gran novillo, estuvo espléndido el castellonense en una faena de muy buen argumento artístico, sobre todo en el toreo al natural, y perfectamente rubricada con la espada. Cortó dos orejas y para él fue la tarde.

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