Sitúense y dejen por unos segundos aparcados los detalles de la puesta de largo de Victoria Federica Marichalar, la hija de la Infanta Elena, que celebra este jueves su mayoría de edad en un lugar tan emblemático como polémico de la nobleza española: en El Chaparral, una hacienda de La Escorzonera, situada en el privilegiado Monte del Pilar y de Pozuelo. A solo 15 kilómetros de Madrid se encuentra este enclave natural de 804 hectáreas arboladas y vírgenes que forma parte del antiguo cazadero real de Felipe II y que pasó a las nobles manos privadas fruto de la desamortización de Madoz (1854-1856).
Exactamente, el Monte del Pilar y de Pozuelo tiene 446 hectáreas en el municipio de Pozuelo de Alarcón, 249 en el de Majadahonda y 109 pertenecen a Madrid. Este lugar que esta tarde se llenará de chóferes y escoltas es una continuación natural del Parque Regional de la Cuenca Alta del Manzanares que se ha separado artificialmente del mismo por la A6 y las urbanizaciones que en sus dos márgenes se han ido construyendo a lo largo de la última mitad del siglo pasado: El Plantío, primero, y La Florida, después.
Detrás de La Escorzonera y del Chaparral, que ha puesto de moda ahora Victoria Federica, está la poderosa familia Cotoner y Martos. Pero hay más parientes que tienen terrenos en lugar que se conoce popularmente como 'el monte de los nobles'. Los Martos Aguirre, Martos Azlor de Aragón o los Güell Martos son apellidos con propiedades en esta gran heredad tan querida por Juan Carlos I.
No es casualidad que la única empresa inmobiliaria del monte sea Valcerrada Inversores, que posee 33.939 metros cuadrados. La presidenta de la sociedad es Marta Cotoner y Martos, hija del marqués de Mondéjar y una de las consejeras es Carmen Martos y Azlor de Aragón (hija del marqués de Casa Tilly y esposa del marqués de Auñón), propietaria también de los casi 180.000 metros cuadrados de la Finca Escozoneras. Todo queda en casa y qué mejor para la sobrina de un rey que verse rodeada de la nobleza.
La relación de los Cotoner con la Casa Real es sencilla de hilar. Nicolás Cotoner fue un militar y noble español, jefe de la Casa de Su Majestad el Rey Juan Carlos I, desde 1975 a 1990. Fue además enlace entre el emérito, Juan de Borbón, exiliado en Portugal, en momentos críticos tales como la posición del Príncipe de Asturias en la sucesión a la jefatura del Estado tras la muerte del general Franco.
El buen nombre de esta familia se empañó cuando varios parientes aparecieron en la investigación de los 'Papeles de Panamá'. José Luis Cotoner Martos, marqués de Bélgida, hijo de Nicolás Cotoner, estuvo acusado por la Fiscalía de falsear su residencia en Luxemburgo para pagar menos impuestos. Que la sobrina de Felipe VI haya elegido una finca de la familia para celebrar su puesta de largo es toda una señal. Pero el lugar de la fiesta tiene aún más miga. Vayamos por partes.
Una finca legalizada para eventos por Esperanza Aguirre
La finca de la puesta de largo fue ilegal (en lo que a la realización de eventos se refiere, no a la propiedad en sí) hasta 1993. Se legalizó para dar bodas, bautizos y comuniones con el Gobierno de la política y aristócrata Esperanza Aguirre. Algo casi natural, ya que una de las grandes familias propietarias del Monte del Pilar y de Pozuelo son los Oriol, descendientes de José Luis de Oriol Urigüen, fundador de Hidroeléctrica Española y de Talgo. En concreto, Luis Mª del Palacio y Oriol es el gran terrateniente de la zona. Busquemos ahora las coincidencias entre Aguirre y los Oriol.
Los Oriol compraron el terreno en 1930 a los herederos de Gaspar de Remisa Miarons, marqués de Remisa, que era un banquero catalán. Carolina Oriol es nuera de la también aristócrata y política Esperanza Aguirre tras casarse con su primogénito, Fernando Ramírez de Haro, marqués de Villanueva de Duero. Por tanto, es la madre de los dos nietos mayores de Aguirre. La boda se celebró, casualidades, en La Escorzonera donde ahora celebra Victoria Federica, mientras que la prensa busca ansiosamente la foto entre la Reina Letizia y la Infanta Cristina arropando a su sobrina, que las de los funerales reales de ellas dos juntas no son suficientes. Más cosas.
Actualmente, el Monte de Pilar y de Pozuelo está envuelta en polémica, porque vecinos y ayuntamientos quieren recuperar este pulmón madrileño para los ciudadanos. Frenar el ímpetu urbanístico de sus propietarios es unos de los objetivos de la Asociación de Ciudadanos por el Uso Público del Monte del Pilar y Pozuelo. Una entidad que lucha desde hace una década para que no se borren los caminos públicos y presiona a los consistorios para que las fincas sean expropiadas y se proteja el bosque. Algo que parece que tiene eco en el Ayuntamiento de Pozuelo, que ya inició en la pasada legislatura los trámites administrativos para proteger el terreno través de la compra, expropiación o permuta de los terrenos a los propietarios y mediante el pago de un justiprecio.
En estos momentos, 62 hectáreas son de propiedad pública, pero la pretensión de la asociación es que "todo el monte sea de propiedad municipal para uso y disfrute de todos los ciudadanos. Las negociaciones están en los primeros escarceos. En Majadahonda, por ejemplo, el monte ya es público y está abiertas uso de los ciudadanos", apunta Pedro Cea, una de las voces autorizadas de la Asociación de Ciudadanos por el Uso Público del Monte del Pilar y Pozuelo.
Desde esta asociación señalan que dentro de la finca La Escorzonera se encuentra precisamente la fuente de Ventura Rodríguez. Una obra neoclásica construida en el año 1785 del siglo XVIII bajo el Ministro Pedro Rodríguez de Campomanes, obra neoclásica ejecutada por el mencionado Ventura Rodríguez por encargo de Carlos III.
Cea destaca que "Pozuelo de Alarcón se ha tratado de urbanizar construyendo amparados enLa famosa Ley Virus, que permitía la construcción de 900 metros cuadrados en fincas de 6 Hectáreas. La acción de los vecinos con manifestaciones y la recogida de más de 40.000 firmas consiguió paralizar el tema al derogarse la ley por el Parlamento Regional", recalca. Votaron a favor de la propuesta del PSOE, Ciudadanos y Podemos. El Partido Popular votó en contra.
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