Hace unos días, un grupo de videojugadores conseguía esclarecer la estructura protéica del virus del SIDA. La colaboración entre ciencia y videojuego se perpetúa ahora con el proyecto puesto en marcha por las universidades de Oxford y Yale, desarroladoras del videojuego apodado Planet Hunter.El software aglutina más de 150.000 grabaciones provenientes del archivo estelar Kepler, que los usuarios han de escudriñar en búsqueda de nuevas entidades, siempre acorde a una serie de patrones indicativos. Así, cualquiera puede lanzarse a esta caza interplanetaria, con independencia de su conocimiento astronómico.Tan solo un mes después de que se iniciase la búsqueda, el esfuerzo cooperativo de sus participantes ha dado con los que se presuponen dos nuevos planetas. El hallazgo ha sido ratificado por un pequeño grupo de científicos, que habrían invertido décadas de haber tenido que trabajar por su cuenta.La Royal Astronomical Society piensa reconocer convenientemente a todo usuario implicado en el descubrimiento, uno que nos deja la cara más útil del videojuego, al tiempo que ratifica aquello de que la unión hace la fuerza.
José Carlos Castillo
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