Carmen Sigüenza
Formentor (Mallorca), 30 ago.- El escritor barcelonés Enrique Vila-Matas, que esta noche recoge el premio Formentor de las Letras 2014 por el conjunto de su obra, considera que "las opiniones pasan y acaban siendo frívolas y que lo que queda únicamente es la ética de cada persona".
"Lo único que me interesa básicamente, en cuanto lo que opinan unos y otros políticamente o circunstancialmente tiene una importancia inferior al verdadero interés de cada persona que es el alma y el fondo ético de cada uno", explica Vila-Matas a Efe.
Vila-Matas (Barcelona, 1948) recibe esta noche el premio Formentor en los jardines del hotel que lleva el mismo nombre y donde hace 50 años estuvo con su familia.
"Se cumplen cincuenta años de la primera visita a este lugar -explica- del que no me quería ir cuando era niño. Mi familia me decía que era porque me gustaban los hoteles de lujo y yo sabía que no, que eso no era, que no me iba porque es un sitio bellísimo y porque en la escalera que da al mar fue donde descubrí la belleza", dice un Vila-Matas que saborea hoy el gran éxito de su trabajo.
Enrique Vilas-Matas suma así su nombre a este premio, que en su primera etapa de 1961 a 1967 impulsado por Seix Barral y las mejores editoriales europeas galardonó a nombres como Borges, Beckett o Gombrowiez; y en su segunda nueva creación, en 2011, premió a Carlos Fuentes, Juan Goytisolo y Javier Marías.
Pero también este escritor, para el que la creación es lo más importante y traducido a 35 idiomas, está experimentando en España y fuera de ella, la muy buena acogida de libro "Kassel no invita a la lógica" (Seix Barral), que desde que salió a finales de febrero está viviendo un recorrido sin fin.
"Este premio ha quedado mítico en la historia de la literatura y tiene un palmarés impresionante. Se trata de autores que han sido fundamentales en mi obra", asegura el autor de "Dublinesca", galardonado entre otras cosas, por su contribución a la gran literatura europea.
"Entiendo -aclara- que mi contribución a la literatura europea pasa por haberme mantenido en la esencia de los literario, de no haberme traicionado a mí mismo. He sido coherente desde el principio hasta el final, con mucho cambios y modificaciones, pero jamás he dado un paso en contra de lo que quería hacer y eso ha tenido un reconocimiento internacional".
Y es que el autor catalán acaba de llegar de presenta en Edimburgo "París no se acaba nunca", un libro muy leído en Francia, Argentina, México, pero "Kasel no invita a la lógica" lleva una carrera imparable y el próximo año se publicará también en Estados Unidos.
Un texto a caballo entre el ensayo y la novela, donde Vila-Matas escribe sobre el arte de vanguardias, basado en su propia experiencia y escrito con humor, sencillo y directo y bajo la influencia de "El Paseo", de Robert Walser.
Vila-Matas es muy crítico en este libro con una Europa que parece muerta, aunque cree que este continente "resurgirá de alguna forma".
"Culturalmente hay muy buenos escritores pero individuales. Es un momento difícil para Europa, a los políticos no les interesa la cultura, solo el poder, pero en el libro soy más duro, porque es diferente que si estás hablando en un artículo, en donde entonces diría que hay que ir a votar y todo eso", añade.
En "Kasel no invita a la Lógica", Vila-Matas incluso tiene un momento de consideración política, raro en él y en su obra, porque en sus primeras páginas él abandona Barcelona justo un once de septiembre (día de la Diada).
"En los dos últimos años he tenido que ir a Alemania por compromisos justo en esa época, pero este año estaré", precisa.
"Yo creo -continúa- que se tiene que llegar a un acuerdo entre España y Cataluña para que sea beneficioso para ambos y que no han de ser idiotas".
"No asociarse sería un error que solo beneficiaría a unos cuantos que están interesados en quedarse con el poder. En definitiva es una lucha por el poder y a los políticos solo les interesa el poder como sabemos", asevera el escritor que ya está trabajando en un nuevo libro.
Vila-Matas no para, además de un nuevo libro, le esperan multitud de viajes (algo importante en su obra), uno cada mes y medio. A finales de septiembre leerá un discurso en la Feria del libro de Buenos Aires y luego le esperará Suecia.
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