Volata, periodismo a marcha lenta

  • Volata, la revista de ciclismo que acaba de nacer, es periodismo cocinado a fuego lento por un grupo de comunicadores independientes que han apostado por la reflexión ante la inmediatez en la nueva era de la información.

Francisco Ávila

Barcelona, 26 jul.- Volata, la revista de ciclismo que acaba de nacer, es periodismo cocinado a fuego lento por un grupo de comunicadores independientes que han apostado por la reflexión ante la inmediatez en la nueva era de la información.

Algunos de ellos proceden del periodismo deportivo, otros del cultural, es un cóctel de diseño editorial, ilustraciones y fotografías de calidad con un resultado que llama la atención.

En el fondo Volata -esprint en italiano- es una metáfora, textos reposados para leer sin prisas envueltos en un nombre que implica velocidad, pero en el fondo todo fluye armónicamente ordenado y a un ritmo de 'marcheta' cicloturista.

La portada del primer número es obra de Pere Rins, un dibujante de carteles de cine que ha plasmado a pincel el rostro del ciclista irlandés Dan Martin, residente en Girona y esa ciudad, en la que viven más de 70 ciclistas profesionales, es la protagonista del 'dossier' publicado en el estreno.

Una entrevista con Dan Martin, otra con la ciclista Marijn de Vries, una conversación con el exalcalde de Girona Joaquim Nadal y una ruta ciclista con inicio y final en Banyoles.

"Volata nace de un arrebato, es una idea romántica a la que le hemos dado muchas vueltas desde hace más de uno". Quien lo cuenta a EFE es la periodista Olga Ábalos, la directora de la publicación.

La revista se publicará trimestralmente. "De momento son cien páginas, pero nos quedamos cortos, porque con Volata queremos ralentizar el ritmo frenético con el que internet nos bombardea con datos", asegura Ábalos.

A su lado, Isaac Vilalta, el redactor jefe, asiente. Ellos son dos de las cabezas visibles de la sociedad que han creado y que. como no podía ser de otra manera, cuenta con un nombre muy ciclista: Hautacam 94, en referencia a aquel mítico ataque de Miguel Indurain en el citado puerto pirenaico.

"Buscamos otras historias en la trastienda, queremos recrearnos en ese componente de viaje que tiene el ciclismo y reencontrarnos con ese tiempo que parecía perdido para ver las cosas desde otro punto de vista", aseguran.

A los editores de 'Volata' no les da miedo equivocarse. "Se trata de explicar historias desde otro punto de vista, reflexionar sobre lo que ocurre e ir un poco más allá. Al final no es más que recuperar una manera de ver la realidad que se había perdido", dice Ábalos.

En el editorial del primer número cuentan que en cada número buscarán un territorio por el que transitar: "Carreteras, caminos, calles y las experiencias de los que las recorren ya sea en una competición, un entrenamiento o un paseo".

Se decidieron por bautizar al proyecto como Volata por su eufonía, porque era un nombre corto, muy amable para la tipografía y porque era la metáfora perfecta para su proyecto, pero tenían otras opciones.

Barajaron la posibilidad de llamar a la revista Vigorelli, en homenaje al célebre velódromo de Milán, o Pra Loup, el nombre de aquel puerto donde por una vez Eddy Merckx dejó de ser el caníbal para convertirse en un ciclista terrenal.

Volata es una nueva y sugerente muesca al panorama periodístico deportivo en España, que últimamente ha visto nacer proyectos diferentes como Panenka o Líbero, y además entronca con las grandes revistas europeas de ciclismo como Rouler, Bahamontes o Soigneur.

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