Wang Shu es "único y especial", según la directora ejecutiva del Pritzker

  • El arquitecto chino Wang Shu fue hoy galardonado con el premio Pritzker, el Nobel de la Arquitectura, porque es "único y especial en la arquitectura de China", dijo la directora ejecutiva del Pritzker, Martha Thorne.

Madrid, 27 feb.- El arquitecto chino Wang Shu fue hoy galardonado con el premio Pritzker, el Nobel de la Arquitectura, porque es "único y especial en la arquitectura de China", dijo la directora ejecutiva del Pritzker, Martha Thorne.

"En cinco, diez o cincuenta años, las obras de Wang Shu van a envejecer muy bien, y eso no es algo que se pueda decir de todas las construcciones nuevas en China", comentó Thorne en entrevista telefónica con Efe.

Wang Shu tiene 48 años, pero ha demostrado "tener una madurez impresionante a través de su obra, que es capaz de superar las limitaciones que sufre China en dos frentes: la tecnología y los métodos de construcción", señaló la directora.

En vez de optar por "intentar repetir y reproducir modelos occidentales", el arquitecto "ha aceptado las limitaciones e incluso las ha usado a su favor" en la construcción de obras contemporáneas en China.

El jurado del premio Pritzker concedió hoy esta especial mención a Wang Shu por una obra artesanal, respetuosa con el medio ambiente y de gran profundidad filosófica, en la que conviven de forma armoniosa tradición y modernidad.

Sus obras se caracterizan por haber sido creadas teniendo en cuenta dos factores fundamentales en la arquitectura: los usuarios de los edificios y la función de estos, explicó Thorne.

A nivel de diseño, sus edificios son peculiares y se integran bien en la ciudad, "a pesar de que algunos de ellos, por su tamaño, resultan monumentales", dijo.

Entre sus creaciones más relevantes destacan el Museo de Historia de la ciudad portuaria de Ningbo y el Campus Xiangshan de Bellas Artes de Hangzhou, donde el galardonado ejerce como decano.

Dos obras que ejemplifican la filosofía estética de Shu, que profesa la fusión de la tradición y la contemporaneidad teniendo en cuenta tres variables: "El contexto, la historia y la construcción (actual) en China", comentó Thorne.

Asimismo Shu, por necesidad y respeto del medio ambiente, "utiliza el material reciclado extensamente y de una forma novedosa".

Sus obras realizadas con material reciclado son dueñas de "una textura muy interesante". Un claro ejemplo de esta armonía es el aprovechamiento que acometió con unos dos millones de tejas procedentes de demoliciones de casas tradicionales para cubrir el techo de varios edificios del campus de Hangzhou.

Thorne recordó las palabras del arquitecto chileno Alejandro Aravena sobre el premiado: "En la actualidad, uno de los interrogantes es el reciente proceso de urbanización de China; si debe de estar anclado en el pasado o mirar en el futuro".

"Como ocurre con la buena arquitectura, la obra de Wang Shu trasciende esa cuestión al crear una arquitectura atemporal, con profundas raíces en la cultura y, a la vez, universal", según Aravena.-

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