Woody Allen se llena de tópicos para mostrar Roma

    • 'A Roma con amor', la última película de Woody Allen se estrena hoy en la cartelera española.
    • El director se sirve de los elementos más conocidos de la capital para contar cuatro historias rocambolescas.
Tráiler de 'A Roma con amor'
Tráiler de 'A Roma con amor'
lainformacion.com
Ylenia Álvarez

Woody Allen continúa su periplo por el viejo continente. Después de su trilogía británica: Match Point (2005), Scoop (2006) y El sueño de Casandra (2007), su paseo por Barcelona con Vicky Cristina Barcelona en 2008 y su éxito el año pasado con Midnight in Paris, ahora se adentra en las calles de la Ciudad Eterna.

A Roma con amor, protagonizada por Alec Baldwin, Roberto Benigni, Penélope Cruz, Judy David, Jesse Eisenbergm, Greta Gerwig, Ellen Page y el propio Woody Allen, se estrena hoy en España con mucha expectación. Es una película coral de enredos surrealistas al más puro estilo Allen con cuatro historias principales.

Una canción y... ¡en Roma!

Sin embargo, para contar estas historias el cineasta neoyorquino si sirve, se recrea, laza y entrelaza como una constante cada una de las bellezas y encantos romanos. Tanto, que para Allen no parece haber más Roma que la de la estampa, la de la ópera y el café. Es decir, la que todos conocemos.

Allen se calza sin pudor una retahíla,una sucesión de elementos que pueden desbordar de 'romanismo' al espectador:

- Volare: el famoso tema de finales de los años 50 del cantante y compositor Domenico Modugno sacude rápida (y demasiado fácilmente) al espectador. La canción ganadora del festival de San Remo es su octava edición es una de las más utilizadas para enmarcar al país en forma de bota.

- Roberto Benigni: es una de las insignias del cine italiano y Allen no ha querido prescindir de él. El actor y director Roberto Benigni interpreta a Leopoldo Pisanello, un romano aburridísimo de clase media que un buen día se convierte, sin más, en toda una celebridad.

- La plaza de España: aparece en varias ocasiones y precisamente preguntando por su dirección es como Hayley conoce a Michelangelo. La historia acaba en compromiso y con los padres de ella de visita.

- El café: no podía faltar. Alec Baldwin aparece interpretando a John en una famosa terraza romana. Más tarde con la excusa de tomarse uno entra en casa de Jack.

- La ópera: el famoso tenor Fabio Armiliato encarna el papel de Giancarlo y con él Allen se asegura unas maravillosas arias dejando patente que rueda en la cuna del 'belcanto'.

- El tráfico: intenso, caótico e insufrible tanto para los turistas como para sus habitantes. Una fotografía obvia y manida de la ciudad. El director convierte a un agente de tráfico en su primer protagonista.

- El Vaticano: es uno de los lugares más visitados del mundo y Allen lo cita en su película, aunque eso sí, haciendo de paso una crítica mordaz al insinuar que una prostituta, uno de los personajes de una de las historias, lo conoce perfectamente.

Así, A Roma con Amor es una guía propiamente dicha de una ciudad en la que también hay cabida (menos mal) para historias de lo más disparatado: como esa chica que se va a la peluquería, se pierde y tiene una aventura o ese director de ópera jubilado (no podría ser otro que él mismo), que decide llevar a la fama a un empresario de pompas fúnebres. Ah!, y con ducha en escena incluida. Así es Allen.

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