Wynton Marsalis deleita en los Veranos de la Villa

  • Algo tendrá el agua cuando la bendicen, y no por nada Wynton Marsalis es uno de los músicos de jazz más conocidos de los últimos veinte años. Clásico y elegante, el trompetista ha deleitado a su paso por los Veranos de la Villa de Madrid, que se rindieron a la actuación mayúscula de un tipo sencillamente genial.

Julio Soria

Madrid, 11 jul.- Algo tendrá el agua cuando la bendicen, y no por nada Wynton Marsalis es uno de los músicos de jazz más conocidos de los últimos veinte años. Clásico y elegante, el trompetista ha deleitado a su paso por los Veranos de la Villa de Madrid, que se rindieron a la actuación mayúscula de un tipo sencillamente genial.

Poco se puede decir que no se sepa ya del artista nacido en Nueva Orleans, que a punto de cumplir medio siglo de vida está en uno de los mejores momentos de su extensa carrera musical. Sus discos se venden como rosquillas (para los estándares del jazz) y su figura es reverenciada en decenas de países alrededor del globo.

La fama no se regala y Marsalis se la ha ganado a pulso con cada disco y cada concierto, sin olvidar su continua reivindicación de los cánones más puristas del jazz, una labor que le ha procurado sonoros encontronazos con grandes figuras del género, caso de Lester Bowie, Keith Jarrett o el mismísimo Miles Davis.

Bastante radical en sus planteamientos históricos, Marsalis ha mostrado su desprecio absoluto por las vanguardias de los sesenta y las fusiones sobrevenidas a partir de la década de los setenta; a su entender, el único jazz válido es el que escuchaba de pequeño en los conciertos de su padre, el pianista Ellis Marsalis.

En consecuencia, los espectáculos del músico no están pensados para toda clase de oídos. Se impone un mínimo conocimiento del medio para disfrutar de las melodías que Marsalis ha ido creando con el paso de los años, pero también para disfrutar con las revitalizadas versiones que propone de mitos como Duke Ellington, Chick Corea o Thelonious Monk.

Así ocurrió esta noche en el escenario Puerta del Ángel, donde unos dos mil aficionados recibieron con estridentes aplausos a Marsalis y su banda, The Jazz at Lincoln Centre Orchestra, una formación de quince miembros que se mueven al compás marcado por su insigne director.

Sin tiempo para presentaciones (que luego se fueron sucediendo a lo largo del concierto), Marsalis dio la orden para que sonaran los acordes de "I let a song go out of my heart", un tema compuesto por Duke Ellington en 1938 y que hoy sirvió para inaugurar un espectáculo que se prolongó por espacio de casi dos horas.

El artista guarda una relación especial con España, país que le ha acogido varias veces durante los últimos años y casi siempre con los brazos abiertos. El Festival de Jazz de Vitoria ha sido una parada recurrente en las últimas giras de Marsalis, que en 2010 publicó "Vitoria suite", su particular homenaje a la capital alavesa.

En ese álbum se incluye "The tree of freedom", segunda pieza que Marsalis atacó en su repertorio madrileño. Poderosa a ratos, delicada en otros pasajes, bellísima en su conjunto, "The tree..." se movió por el camino de la sensualidad, un tránsito marcado por el percusionista Ali Jackson y el saxofonista Walter Blanding.

De carácter eminentemente instrumental, el espectáculo solo regaló una pieza con letra, "I left my baby", un tema por el saxofonista Joe Temperley. No era difícil imaginar a una mujer de caderas bamboleantes, una "femme fatale" en toda regla, porque solo una hembra así es capaz de inspirar una melodía tan sórdida como erótica.

"Inner urge" funcionó como homenaje al saxofonista Joe Henderson, mientras que "Ba Lue Bolivar Ba Blues Are" devino en reconocimiento para el legendario pianista Thelonious Monk, dos de los maestros que han definido el estilo de Marsalis junto a Freddie Hubbard y, en fechas más recientes, Duke Ellington.

Con el público en pie y aplaudiendo a rabiar concluyó un espectáculo que el próximo jueves se repetirá en el Teatre Grec de Barcelona, que ya se engalana para recibir con honores a Marsalis & The Jazz at Lincoln Centre Orchestra.

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