Y Enrique Morente manó por la boca de sus hijos

  • Concha Barrigós.

Concha Barrigós.

Madrid, 19 ene.- El dolor de la ausencia empantana el alma pero esta noche la de Enrique Morente ha ayudado a su familia a abrir el balcón al trigo y las naranjas, como él cantaba, y el agua de su arte ha manado por la boca de sus hijos, que han oficiado el prodigio de invocar a su padre entre tantos que le quisieron.

Han sido casi dos horas y media en las que Estrella, Soleá y José Enrique Morente han compartido el "tabernáculo" instalado en el Circo Price que en los dos días anteriores han llenado en la liturgia de su memorial Pepe Habichuela, José Mercé, Tomatito, Miguel Poveda, Eva Yerbabuena, Dorantes, Pitingo, Diego Carrasco y Tomasito, Argentina, Arcángel, Carmen Linares y Farruquito.

"Hemos estado los tres entre bambalinas pensando en qué decir. Al final solo podemos desear que ojalá todos los niños del mundo tuvieran un padre como el que hemos tenido nosotros", ha resumido Estrella, vestida con una chaqueta con dos ojos pintados por su madre, Aurora Carbonell, que ha subido al escenario al final para recibir un ramo de flores que ha agradecido entre lágrimas.

Este homenaje, relataba Carbonell a Efe poco antes de comenzar el concierto, se hace ahora, tres años después de la muerte de Morente, porque ya tienen "alguna fuerza" para enfrentarse a su pérdida y la respuesta de los artistas y del público, que ha agotado las 5.000 entradas que se han puesto a la venta para los tres días, les ha conmocionado.

"Sabía que era un genio pero nunca imaginé esto. Tendríamos que estar un año entero de homenaje para que todos los que han querido estar pudieran participar. Me he venido arriba y me parece increíble porque su muerte fue una sacudida tan tremenda que yo me quise morir", ha revelado.

Juan Verdú, coorganizador, junto a Enrique Calabuig, de la parte flamenca del memorial, que seguirá con un concierto en la Riviera y exposiciones y recitales en febrero, ha subrayado a Efe lo emocionante que ha sido la respuesta al homenaje "en un país en el que todo el mundo habla mal de los demás".

García Lorca, Picasso, Juan Ramón Jiménez, Antonio Machado y todos los que él amó han ido empapando el desgarro a golpe de siguiriya, soleares y malagueñas y su espíritu ha llenado el Circo Price para acabar en una fiesta que ha unido en un abrazo a los que estaban en el escenario en la certeza de que "vivirá para siempre".

La familia Morente Carbonell, con sus tíos Montoyita a la guitarra, Antonio Carbonell y Ángel Gabarre al cante y las palmas y sus primos Monti a la guitarra y Popo al baile y las palmas, ha salido de la oscuridad de su duelo para volar sobre los melismas y las letrillas que él cantó tantas veces.

Todos, ha asegurado el presentador del acto, El Gran Wyoming, han dado "una lección magistral de genética", han demostrado "que de los grandes manantiales salen los grandes ríos" y han exhibido pellizco, afinación y expresión artística.

El primero de los hijos en actuar ha sido José Enrique, "Kiki", que, con su propia guitarra, ha cantado letras de Picasso, del disco de su padre "Pablo de Málaga", y ha dado paso a su hermana Soleá, que, acompañada de Antonio Arias (Lagartija Nick) ha mecido con su voz larga y ancha una preciosa nana y un tema de su primer disco, "Encuentro".

Luego ha salido Estrella, que ha cantado sola, a capella y vuelta hacia la foto de su padre, una bambera, los "cantes de columpio" que su padre le enseñaba y ,ya con los músicos y su hermano dándole compás, malagueñas y siguiriyas.

"Vamos a intentar dar lo mejor de nosotros mismos, pero no es fácil tener serenidad porque estamos muy emocionados. No se puede cantar, bailar y tocar mejor que lo que lo han hecho todos los que han pasado por aquí. Hemos hecho este memorial ya casi obligados por tantas almas que recuerdan al máximo creador del cante flamenco", ha dicho Estrella.

Acto seguido ha llamado a su hermana y juntas han interpretado las bulerías de Antonio Machado que su padre cantaba, y, en una emotiva improvisación, "sones de la casa" a los que se ha sumado "Kiki".

"Ahora vengo a desquitarme, primero conquistaremos Manhattan, después conquistaremos Berlín", la letra de Leonard Cohen que Morente versionó con Lagartija Nick ha sido el himno con el que los Morente-Carbonell han cerrado la primera entrega del tributo a un hombre "genial, gentil y generoso", gran oficiante del arte pobre por antonomasia. EFE

cb/gcf

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