Yves Bonnefoy: "Creo que más que nunca la poesía es necesaria"

  • Alberto Cabezas.

Alberto Cabezas.

Guadalajara (México), 30 nov.- El poeta francés Yves Bonnefoy declaró hoy a Efe que "más que nunca la poesía es necesaria" pues se ha convertido en un lugar de encuentro "con los otros" en un mundo donde la palabra está desgastada y ha perdido parte de su sentido.

"Precisamente las palabras se entienden hoy de una forma tecnologizada, comercial, incluso científica que hace perder de vista que hay cosas reales, el árbol, la flor, la piedra, en un mundo real", dijo Bonnefoy durante la XXVII edición de la Feria Internacional del Libro de Guadalajara (FIL).

A sus 90 años, Yves Bonnefoy (Tours, 1923) recibe hoy el Premio FIL de Literatura en Lenguas Romances 2013 en esta ciudad del occidente de México, un honor que le animó hacer un largo viaje y a cruzar el Atlántico para recibirlo.

Poeta, narrador, ensayista, profesor y crítico, este heredero del surrealismo de André Bretón, a quien conoció para más tarde tomar distancia del movimiento a partir de 1947, es un convencido de que "más que nunca la poesía es necesaria" en un mundo donde, afirma, hay un desastroso uso del lenguaje.

El intelectual y miembro del Collège de France, una sobresaliente institución educativa de su país, considera que la poesía es fundamental porque los seres humanos hemos perdido contacto con nuestra propia realidad.

"Cuando las palabras nos permiten encontrar al realidad en toda su intensidad, es también el encuentro con los otros y en esta medida es en cierta forma la democracia misma, si es que la democracia es hacer lugar para la realidad de los otros", señala.

Reconoce que la materia de su poesía es "la meditación de la muerte" porque "es la conciencia del carácter limitado de la vida, lo que permite reconocer la calidad del momento mismo de la existencia".

El "El instante de la memoria" (Praxis, 2013) el crítico mexicano Miguel Ángel Muñoz sostiene que en la poética de Bonnefoy el lenguaje es "vía de desvelamiento y de conocimiento, mecanismo de aprendizaje, de asimilación y contemplación de la vida, del arte, y territorio de la memoria".

Al respecto el propio autor francés señala que el lenguaje "es importante para la poesía en general porque la única definición correcta que uno puede dar de la poesía es que es una reintensificación de las palabras y de la lengua".

Es esta circunstancia la que hace "un arte difícil" la traducción, que él mismo ha hecho de Shakespeare y de W.B. Yeats, "pero hay que hacerla, es necesaria", señala.

"Lo que hay que hacer es no dejarse caer en la trampa de la significación. El poema tiene una, por supuesto, es interesante conocerla pero si el traductor busca rendirse ante ella en su propia lengua y no se interesa más que por eso pierde, de vista la poesía porque ésta no es resignificar sino reanimar las palabras de otro modo", agrega.

Bonnefoy es el primer escritor en lengua francesa que va a recibir el galardón en la Feria de Guadalajara, la más importante del año de las que se celebran en lengua española, algo que considera "una sorpresa" y de lo que se siente "muy honrado".

"Tengo la impresión que represento no solo mi propia obra sino también la de muchos otros autores. Por otra parte estoy muy contento de estar en esta bella ciudad de Guadalajara, y de estar por primera vez en México", agrega el escritor.

Del idioma español admira "su fuerza" y "su luz", y contrapone su vigor al del francés que, reconoce, ha disminuido mucho en cuanto a hablantes.

"Desafortunadamente no hay muchos francófonos. Es una pena, pero es ciertamente nosotros los que escribimos poesía en francés somos quienes debemos defenderla y darle su importancia específica", añade.

Considerado uno de los principales exponentes de poesía francesa contemporánea desde su primer libro, "Del movimiento y de la inmovilidad de Douve" (1954), Bonnefoy ha construido una obra sólida que le ha convertido en un escritor prolífico.

Entre su obra destacan títulos como "Lo improbable" (1959), "La segunda simplicidad" (1961), "El paisaje de atrás" (1971), "La nube roja" (1977), "La verdad de la palabra" (1988) y "Narraciones en sueños" (1987).

Además editó el "Diccionario de las mitologías y de las religiones" (1981), del rumano Mircea Eliade, una obra que explora de manera innovadora la tradición occidental.

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