Cómo Zara y Mango se han 'copiado' mutuamente la colección de este otoño

Que las tendencias van a un ritmo vertiginoso en el comercio actual no es nada nuevo. Cada pocas semanas aparecen nuevas prendas que dejan viejas las que estaban en tienda en cuestión de segundos, haciendo que cada poco tiempo haya que renovar el armario si se quiere estar a la moda. La llamada 'fast fashion' o 'moda pronta' sigue en auge aunque cada vez más los consumidores optan por fórmulas responsables con el medio ambiente. Pero lo que está claro es que cada temporada hay algo nuevo de pura tendencia que no se le escapa a nadie.

¿Y cuál es el mayor exponente de la última tendencia en el panorama textil? Por supuesto, Zara. La marca emblema de Inditex se ha convertido en el epicentro de la pura tendencia y no se le suele escapar nada de lo que se va a llevar cada temporada. Muchas de sus prendas se han convertido en éxitos y han arrasado en prácticamente todo el mundo, pues la firma tiene la destreza de tomar nota de lo que se presenta en las pasarelas y trasladarlo a la calle a precio accesible. Y lo mismo hace el grupo en el resto de marcas que engloba, como Pull&Bear, Stradivarius, Bershka o Uterqüe, eso sí, adaptándolo a la filosofía de cada una de ellas y a su target.

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Aunque Inditex controla la mayor parte del mercado de moda 'low cost', también tiene competencia, y en España la más directa es la que representa otra firma nacional, la catalana Mango. Aunque entre los números de una y otra hay un abismo -Zara le saca mucha ventaja a la marca creada por Isak Andic-, entre la clientela Mango ha ido ganando puestos en los últimos años al introducir un toque más moderno y actual. Y todo ello a medida que Zara ha ido subiendo precios hasta quedar igualada o superar a su competidora, pues históricamente Mango siempre había tenido precios superiores.

Ahora ambas están a la zaga en ese sentido y también en sus propuestas, pues quieren vestir a mujeres interesadas por la moda, con un estilo pulido y un toque de tendencia. Además, también tienen ya vestidos de fiesta o para invitadas, al igual que básica para el día a día. Es decir, un armario 360º. Pero la similitud entre las dos es tal que en esta temporada de otoño encontramos prendas absolutamente idénticas en una y otra tienda. Hasta el punto de que tienen el mismo nombre y hasta el mismo precio. 

Desde hace cosa de un mes, hay un pantalón que está por todas partes en redes sociales. Y cada día aparece en nuevos colores. Se llama 'Slouchy' y se trata de un pantalón de pinzas en tejido vaquero más ancho en la parte de la pierna y estrecho en la cintura. Vaya, un pantalón típico de toda la vida que ha vuelto y está causando furor entre influencers y adictas a la moda.

El pantalón lo sacó Zara a mediados de agosto en color tejano y a un precio de 29,95 euros. Pues bien, tal ha sido su éxito y tantas veces lo ha agotado -en numerosos colores- que Mango se lo ha copiado literal. Mismo diseño, mismo nombre y mismo precio -solo cuatro céntimos más, 29,99 euros-. Y claro, el efecto ha sido inmediato, pues en dos colores ya lo tiene agotado en todas las tallas.

Pero esto no es lo único que podemos encontrar idéntico en ambas firmas. Sobre todo en el terreno abrigos prácticamente vemos los mismos modelos. Por ejemplo, Mango sacó el año pasado un abrigo de borreguito blanco tres cuartos que también rompió Instagram, y lo ha reeditado este año. Pero Zara ha hecho exactamente lo mismo. Igualmente, en ambas firmas tenemos chaquetas de pelo con capucha prácticamente al mismo precio y las habituales de cuero o polipiel de cada año.

En el terreno vestidos también hay un modelo favorito para este otoño, el típico lencero con tirantes finos o espagueti, en color negro o beige. En las dos firmas tenemos para elegir, con diferentes precios y largos, pero sin superar los 40 euros.

Y estos son solo algunos ejemplos de las prendas clónicas que tienen ambas marcas. Porque los básicos, como las camisas, las blazers o los pantalones de traje, son también muy similares. Lo que demuestra hasta qué punto la moda democrática sobrevive a base de la repetición de tendencias que hacen que prácticamente cada tienda ofrezca lo mismo. Aunque, por suerte, en los últimos años van naciendo marcas pequeñas que están aportando nuevas propuestas y visiones que obliga a los grandes a dar un salto de calidad y de ingenio.