"10.000 Km", el film español de los amores a distancia, encandila a Austin

  • A 8.585 kilómetros de su natal Barcelona, el director Carlos Marques-Marcet presenta estos días su primer largometraje de ficción, "10.000 km", la película sobre los amores a distancia que ha encandilado al jurado del festival multidisciplicar South by Southwest (SXSW) de Austin.

Damià Bonmatí

Austin (EEUU), 12 mar.- A 8.585 kilómetros de su natal Barcelona, el director Carlos Marques-Marcet presenta estos días su primer largometraje de ficción, "10.000 km", la película sobre los amores a distancia que ha encandilado al jurado del festival multidisciplicar South by Southwest (SXSW) de Austin.

De hecho, el jurado ha distinguido con un gran premio a la pareja protagonista, Natalia Tena y David Verdaguer, que es lo mismo que premiar al reparto al completo, porque son los dos únicos actores en pantalla y construyen una increíble complicidad para dibujar los 10.000 kilómetros físicos que separan a los dos personajes.

El director, con diez cortometrajes a su espalda y experiencia en montaje televisivo, quería explicar "las distancias que se alargan y se acortan" tanto física como anímicamente en las parejas de la era de los Skype, los trabajos transoceánicos y los amores multinacionales.

Con una relación cimentada por años y planes de ser padres, Alexandra se marcha un año con una beca a Los Ángeles y Sergi se queda en Barcelona, en el piso donde habían visto consolidar su historia y tejer sus complicidades.

A partir de allí, la película retrata en forma de dietario la cotidianidad de una pareja con 10.000 kilómetros y 9 horas de diferencia que cocinan juntos a través de un videochat, se acuestan con el amante acurrucado en la pantalla, conocen dónde vive el otro por Google Maps y buscan suplir la falta de contacto físico.

"Es esa doble vida entre el lugar en el que estás y el lugar que has dejado, la tecnología te permite estar en contacto pero al mismo tiempo crea una sensación muy extraña de tener dos vidas paralelas", explicó a Efe el director, que se dio cuenta de tales distancias cuando fue becado para estudiar en EE.UU. en 2008.

Y es que la película también trata la aspereza de las relaciones a distancia, que va más allá de la voz del otro que se entrecorta o de la soledad que desprende cerrar la pantalla del ordenador.

Para conseguirlo, los actores Natalia Tena y David Verdaguer interpretaron las secuencias con videochats reales, desde diferentes espacios de rodaje en la misma Barcelona y con el equipo técnico concentrado en uno de los escenarios.

"Es muy interesante estar tú allí sola, porque sientes realmente la soledad y la distancia de la gente", contó en Austin a Efe la actriz Natalia Tena, que se enroló en este pequeño proyecto barcelonés pese a su experiencia en superproducciones como la saga cinematográfica de "Harry Potter" y la exitosa serie televisiva "Juego de tronos".

"Lo rodamos todo en orden cronológico y eso es un lujo, normalmente en las películas siempre ruedas de manera desordenada", añade la protagonista.

Natalia Tena, nacida en Londres y de padres españoles, no dio el "sí quiero" al proyecto hasta que conoció a su compañero de reparto, David Verdaguer, ya que los actores necesitaban entenderse de una manera especial para poder construir la complicidad que desprende el guión y el trabajo final.

Incluso antes del rodaje, los dos actores dedicaron dos semanas a ensayar, improvisar y a construirle un pasado a los personajes que el espectador nunca verá verbalizados, desde cómo se conocieron a cuándo fue el primer beso, pasando por sus canciones favoritas.

Sin embargo, el esfuerzo fue premiado este martes por la noche en el festival SXSW de Austin, donde se proyecta esta semana la película por primera vez, cuando el jurado de la sección de cine concedió al dúo de actores el gran premio a la mejor interpretación.

Natalia Tena estaba en Austin cuando se leyó el veredicto del jurado y su compañero de reparto, el catalán David Verdaguer, como en la película, estaba en Barcelona.

Marques-Marcet quiso darle al largometraje un aire de "metacine cotidiano", en otras palabras, poner el mundo de pantallas, imágenes y mensajes que sostienen una relación a distancia al servicio de la película.

"Me di cuenta de que al comunicarnos por videochat tenemos la cámara y la pantalla, las mismas herramientas del cine, y eso creaba un lenguaje muy cinematográfico", argumentó el director y coguionista.

Para Carlos Marques-Marcet, "todos nos convertimos en actores en un videochat, incluso con una puesta en escena antes de hablar".

"10.000 km" participará a finales de mes en el Festival de Cine Español de Málaga y se estrenará en los cines españoles el 16 de mayo.

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