El día en que desapareció, Murillo-Moncada tenía 25 años y trabajaba como dependiente en el mismo supermercado donde, diez años después, han encontrado su cadáver. Unos operarios encontraron el cuerpo detrás de un congelador, cuando reformaban esta antigua tienda de la cadena No Frills, en la localidad de Council Bluffs, Iowa.
Los hechos sucedieron el pasado mes de enero y, en un principio, las autoridades no lograron determinar la edad ni el sexo del cuerpo que, según aseguraron, debía de llevar mucho tiempo en el mismo lugar, un espacio de unos 45 cm entre las neveras y la pared. La Policía baraja la hipótesis de que Murillo-Moncada se encaramase a alguna de estas máquinas antes de caer de una altura de más de 3 metros. Según el sargento encargado de la investigación, Brandon Danielson, "las neveras hacían tanto ruido que probablemente nadie pudo oírlo".
El cuerpo de Larry Murillo-Moncada fue encontrado detrás del refrigerador en un supermercado No Frills abandonado en Council Bluffs, Iowa, y su padre, Víctor Murillo, quiere respuestas. https://t.co/89z8CuM3dT
— CNN en Español (@CNNEE) July 25, 2019
Según explica la CNN, los investigadores tuvieron que contrastar el ADN de los padres para atribuir los restos a Larry Ely Murillo-Moncada, cuya familia denunció su desaparición el 28 de noviembre de 2009. Tal como explica el capitán de la policía local, Todd Weddum, las coincidencias de la ropa del cadáver con la descripción hicieron los padres en su denuncia, alertó a la Policía.
Desapareció en extrañas circunstancias
Hace una década, los padres explicaron que su hijo salió de casa una noche de invierno muy alterado, "sin zapatos, sin calcetines y sin las llaves del coche", a pesar de que fuera estaba nevando. Atribuyeron su extraño comportamiento a los antidepresivos que estaba tomando desde que un día volviera desorientado del trabajo. Después de empezar con la medicación, el joven empezó a oír voces: "Sentía que le perseguían"
Las pesquisas policiales apuntan a una muerte accidental. Después de salir de su casa, Murillo-Moncada habría acudido corriendo al establecimiento en el que trabajaba, allí se encaramó a una de las neveras desde la que se precipitó y quedó atrapado, siendo el fuerte ruido de los motores, el que habría ahogado cualquier intento de pedir auxiio.
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