130.000 africanos han llegado irregularmente a europa por mar en lo que va de año


Más de 130.000 refugiados e inmigrantes han cruzado irregularmente por mar las fronteras meridionales europeas en lo que va de año, procedentes sobre todo de Africa, en su mayoría huyendo del conflicto de Libia, según un informe sobre inmigración en Europa hecho público este martes por Amnistía Internacional.

El estudio expone los resultados de las recientes visitas de Amnistía Internacional a Italia y Malta, incluido un viaje de investigación en una embarcación de la Armada italiana. La organización denuncia fallos estructurales en los servicios de búsqueda y salvamento del Mediterráneo central y pide más rutas seguras y legales para las personas que se dirigen a Europa huyendo del conflicto y la persecución.
“Mientras la UE eleva sus muros, cada vez son más los refugiados y migrantes que se lanzan al Mediterráneo intentando desesperadamente llegar a las costas europeas. Traficantes sin escrúpulos hacen que todas las semanas cientos de ellos se jueguen la vida en desvencijadas embarcaciones, entre la esperanza y la desesperación”, afirma John Dalhuisen, director del Programa Regional para Europa y Asia Central.
Según las cifras que maneja Amnistía, desde comienzos de año más de 2.500 personas han perecido ahogadas o han desaparecido en el Mediterráneo procedentes del norte de África.
AI considera que Europa “no puede ignorar la tragedia que se desarrolla ante sus puertas. La UE y sus miembros deben desplegar urgentemente más embarcaciones de búsqueda y salvamento en el Mediterráneo central, con órdenes claras de salvar vidas en alta mar y con recursos adecuados para llevar a cabo esta tarea.”
Amnistía Internacional habló en Italia y Malta con más de 50 refugiados y migrantes. Lo que contaban respecto a los peligros que arrostraron durante su viaje, incluidos golpes y hacinamiento, era casi siempre parecido. Algunos sobrevivieron al naufragio de sus embarcaciones o a otros incidentes que podrían haberles costado la vida.
Mohammed, un joven de 22 años de Damasco (Siria), dijo a Amnistía Internacional: “Cuando salimos de Libia, éramos 400 personas con unos 100 niños. Tuvimos que remar en barcas hasta la embarcación que nos llevaría. Cuando la vi, me di cuenta de que era un desastre. Yo no quería subir, pero el traficante me obligó a hacerlo a punta de pistola. Tardamos dos horas en embarcar. A eso de las dos de la mañana oí disparos. [Una embarcación con hombres armados] se colocó delante de la nuestra y estuvo intentando detenerla durante aproximadamente cuatro horas. Disparaban desde muchos sitios. Al amanecer se fueron. El barco se balanceaba, dañado. Arrojamos por la borda todas nuestras bolsas, incluso los chalecos salvavidas. ¡Queríamos sobrevivir!”
Para Amnistía, la falta de coordinación entre los Estados ribereños, especialmente Malta e Italia, agrava aún más los peligros del viaje. La disputa que mantienen desde hace tiempo Malta e Italia respecto a sus obligaciones de búsqueda y salvamento puede haber costado la vida a cientos de refugiados y migrantes el 11 de octubre de 2013, cuando un barco arrastrero que transportaba a más de 400 personas se hundió en la zona de búsqueda y salvamento maltesa.

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